David dijo a todos los funcionarios que estaban con él en Jerusalén: “¡Rápido! ¡Vayamos! De lo contrario, ¡no podremos alejarnos de Absalón! Debemos partir de inmediato, o pronto nos alcanzará, nos atacará y matará a la gente de la ciudad”.
2 Samuel 19:10 - Versión Biblia Libre Ahora Absalón, el hombre que elegimos para ser nuestro rey al ungirlo, ha muerto en la batalla. ¿Por qué no hacemos algo e invitamos al rey David a volver?” Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué, pues, estáis callados respecto de hacer volver al rey? Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora Absalón, a quien ungimos para que nos gobernara, está muerto. ¿Por qué no pedirle a David que regrese y sea nuestro rey otra vez?». Biblia Católica (Latinoamericana) y en todas las tribus de Israel se discutía y se decía: 'El rey nos libró de las manos de todos nuestros enemigos, nos libró de los filisteos y ahora por culpa de Absalón tuvo que huir del país. La Biblia Textual 3a Edicion Y Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué, pues, estáis callados respecto de hacer volver al rey? Biblia Serafín de Ausejo 1975 En las diversas tribus de Israel toda la gente discutía diciendo: 'El rey nos ha salvado de manos de nuestros enemigos; él nos libró de manos de los filisteos, y ahora ha tenido que huir del país a causa de Absalón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué, pues, estáis callados con respecto a hacer volver al rey? |
David dijo a todos los funcionarios que estaban con él en Jerusalén: “¡Rápido! ¡Vayamos! De lo contrario, ¡no podremos alejarnos de Absalón! Debemos partir de inmediato, o pronto nos alcanzará, nos atacará y matará a la gente de la ciudad”.
El rey partió con toda su casa siguiéndolo, pero dejó diez concubinas para que cuidaran el palacio.
“No voy a perder el tiempo esperando así contigo”, le dijo Joab. Agarró tres lanzas y se las clavó en el corazón a Absalón cuando aún estaba vivo, colgado de la encina.
El rey David envió este mensaje a Sadoc y Abiatar, los sacerdotes: “Díganles a los ancianos de Judá: ‘¿Van a ser ustedes los últimos en llevar al rey a su palacio, ya que el rey ha oído que todo Israel lo quiere?
Luego el rey siguió hasta Gilgal, y Quimán fue con él. Todo el ejército de Judá y la mitad del ejército de Israel acompañaron al rey.
Todos entre las tribus de Israel discutían entre sí, diciendo: “El rey nos rescató de la persecución de nuestros enemigos, nos salvó de los filisteos, pero ahora ha tenido que huir del país por culpa de Absalón.
Nombraron reyes sin mi aprobación y eligieron príncipes sin hacérmelo saber. Elaboraron ídolos con su oro y su plata para su propia destrucción.
“¡Vamos a atacarlos!”, interrumpieron los hombres. “¡Hemos inspeccionado el terreno y es excelente! ¿No harán algo? ¡No se tarden en ir y ocupar el terreno!