Ben Adad le respondió: “¡Que los dioses me hagan tanto y más si queda suficiente polvo en Samaria para dar a mis súbditos un puñado a cada uno!”
2 Samuel 17:12 - Versión Biblia Libre Entonces atacaremos a David dondequiera que esté, y caeremos sobre él como el rocío cae sobre la tierra. Ni él ni uno solo de los hombres que lo acompañan quedarán con vida. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces le acometeremos en cualquier lugar en donde se hallare, y caeremos sobre él como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él y de todos los que están con él. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando encontremos a David, caeremos sobre él como el rocío que cae sobre la tierra. De este modo ni él ni ninguno de sus hombres quedarán con vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Lo atacaremos, esté donde esté, nos dejaremos caer sobre él tal como cae el rocío en el suelo y no dejaremos con vida ni a él ni a sus compañeros. La Biblia Textual 3a Edicion De esta suerte iremos contra él en algún lugar, dondequiera que se halle, y caeremos° sobre él como el rocío cae sobre la tierra; y no sobrevivirá nadie; ni él ni ninguno de todos los hombres que están con él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Iremos contra él adondequiera que se encuentre, y caeremos sobre él como cae el rocío sobre la tierra; no dejaremos con vida ni a él ni a ninguno de los que le acompañan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces le acometeremos en cualquier lugar que pudiere hallarse, y daremos sobre él como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él, y de todos los que con él están. |
Ben Adad le respondió: “¡Que los dioses me hagan tanto y más si queda suficiente polvo en Samaria para dar a mis súbditos un puñado a cada uno!”
“¿Por qué no aceptan el desafío de mi amo, el rey de Asiria? Él dice: ¡Te daré dos mil caballos, si puedes encontrar suficientes jinetes para ellos!
He cavado pozos y bebido agua en tierras extranjeras. Con las plantas de mis pies he secado todos los ríos de Egipto’”.
Tu pueblo te seguirá en el día en que tu poder sea revelado en las montañas santas, renovado en fuerza cada mañana como el rocío al amanecer.
El orgullo de tu corazón te ha engañado, a ti que habitas seguro en una fortaleza de piedra sobre las altas montañas, y dices: “¿Quién podrá alguna vez derribarnos?”
Entonces los que quedan del pueblo de Jacob estarán en medio de muchas naciones, como rocío del Señor, como lluvias sobre el pasto, que no espera a nadie, y que nadie puede detener.
Busca y anota todos sus escondites. Luego vuelve a mí cuando estés seguro, y yo volveré contigo. Si está aquí en el campo, lo cazaré entre todo el pueblo de Judá”.