Mientras Absalón ofrecía sacrificios, mandó llamar a Ahitofel el gilonita, consejero de David, pidiéndole que viniera desde Gilo, la ciudad donde vivía. La conspiración se hizo más fuerte, y los seguidores de Absalón seguían aumentando.
2 Samuel 16:20 - Versión Biblia Libre Entonces Absalón le preguntó a Ahitofel: “Dame tu consejo. ¿Qué debemos hacer?” Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo Absalón a Ahitofel: Dad vuestro consejo sobre lo que debemos hacer. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Absalón se volvió a Ahitofel y le preguntó: —¿Qué debo hacer ahora? Biblia Católica (Latinoamericana) Absalón dijo a Ajitofel: 'Reunamos al consejo para saber lo que vamos a hacer'. La Biblia Textual 3a Edicion Dijo entonces Absalón a Ahitofel: Dad vuestro consejo sobre lo que hemos de hacer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego dijo Absalón a Ajitófel: 'Celebrad un consejo sobre lo que tenemos que hacer'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo Absalón a Ahitofel: Consultad qué debemos hacer. |
Mientras Absalón ofrecía sacrificios, mandó llamar a Ahitofel el gilonita, consejero de David, pidiéndole que viniera desde Gilo, la ciudad donde vivía. La conspiración se hizo más fuerte, y los seguidores de Absalón seguían aumentando.
En todo caso, ¿por qué no habría de servir a su hijo? De la misma manera que serví a tu padre, te serviré a ti”.
Ahitofel le dijo: “Ve a dormir con las concubinas de tu padre, las que él dejó aquí para cuidar el palacio. Así todos en Israel se darán cuenta de que has ofendido tanto a tu padre que no hay vuelta atrás, lo que animará a todos tus partidarios”.
Los reyes del mundo se preparan para el ataque, y los gobernantes se reúnen para conspirar contra el Señor y su ungido, diciendo:
Tenemos que hacer un plan para evitar que sigan multiplicándose, porque que si llega a haber una guerra, se pondrán del lado de nuestros enemigos, lucharán contra nosotros, y huirán del país”.
Toda la sabiduría, entendimiento e instrucción que puedas lograr no son nada delante del Señor.
La tragedia llega a la gente que se toma tantas molestias para ocultar sus planes al Señor. Trabajan en la oscuridad y se dicen a sí mismos: “Nadie puede vernos, ¿verdad? Nadie lo sabrá, ¿verdad?”
Pueden planificar su estrategia, pero será frustrada; pueden decir lo que esperan hacer, pero no sucederá porque Dios está con nosotros”.
Temprano en la mañana, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron a consultar y decidieron mandar a matar a Jesús.