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2 Samuel 14:11 - Versión Biblia Libre

“Por favor, Majestad”, continuó la mujer, “¡jura por el Señor, tu Dios, que impedirás que la persona que quiere vengar el asesinato lo empeore matando a mi hijo!” “Vive el Señor”, prometió, “ni un solo pelo de la cabeza de tu hijo caerá al suelo”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tu Dios, para que el vengador de la sangre no aumente el daño, y no destruya a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego ella dijo: —Por favor, júreme por el Señor su Dios que no dejará que nadie tome venganza contra mi hijo. No quiero más derramamiento de sangre. —Tan cierto como que el Señor vive —le respondió—, ¡no se tocará ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ella le dijo: 'Que me prometa el rey en nombre de Yavé su Dios que el vengador de la sangre no aumentará mi pena ni hará que perezca mi hijo'. El le dijo: '¡Por Yavé que vive, no caerá en tierra un solo cabello de tu hijo!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y ella dijo: Te ruego, oh rey, que recuerdes a YHVH tu Dios, para que el vengador de la sangre° no aumente el daño ni destruya a mi hijo. Y él dijo: ¡Vive YHVH, que ni un cabello de tu hijo caerá por tierra!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ella entonces dijo: 'Pronuncie, por favor, el rey el nombre de Yahveh, tu Dios, para que el vengador de sangre no venga a aumentar la ruina y no extermine a mi hijo'. El rey declaró: '¡Por vida de Yahveh que no caerá en tierra ni un cabello de tu hijo!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo ella entonces: Te ruego, oh rey, que te acuerdes de Jehová tu Dios, que no dejes a los vengadores de la sangre aumentar el daño con destruir a mi hijo. Y él respondió: Vive Jehová, que no caerá ni un cabello de la cabeza de tu hijo en tierra.

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Otras versiones



2 Samuel 14:11
18 Referencias Cruzadas  

Pero Abrán le respondió al rey de Sodoma: “Levanto mi mano, haciendo una promesa solemne al Señor, al Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra,


Si tratas mal a mis hijas, o te casas con otras esposas además de ellas, ¡Dios verá lo que haces aunque nadie más se entere!”


“Si alguien se queja de ello, tráemelo aquí y no volverá a molestarte”, le dijo el rey.


“¿Podría pedir otra cosa, Su Majestad?” , preguntó la mujer. “Adelante”, respondió él.


El rey le dijo a Joab: “Bien, lo haré. Ve y trae de vuelta al joven Absalón”.


Salomón contestó: “Si es un hombre honorable, no se le caerá ni un pelo. Pero si se muestra malvado, morirá”.


y si cuando hagas tus votos, lo haces sólo a mí, con sinceridad, verdad y honestidad, entonces serán bendecidas las naciones por mí, y me alabarán.


“El vengador debe ejecutar al asesino. Cuando encuentre al asesino, lo matará.


o si alguien golpea a otro con su mano y mueren, el que lo golpeó debe ser ejecutado porque es un asesino. Cuando el vengador encuentra al asesino, debe matarlo.


y el vengador lo encuentra fuera de su ciudad santuario y lo mata, entonces el vengador no será culpable de asesinato,


Incluso los cabellos que ustedes tienen en sus cabezas han sido contados.


“Por favor, hagan lo que les digo y coman algo. Eso les ayudará a tener fuerzas. Porque no se perderá ni un cabello de sus cabezas”.


Pero el pueblo le dijo a Saúl: “¿Tiene que morir Jonatán, el que logró esta gran victoria en Israel? ¡De ninguna manera! Juramos por la vida del Señor que ni un solo cabello de su cabeza caerá al suelo, pues fue con la ayuda de Dios que logró esto hoy”. El pueblo salvó a Jonatán, y éste no murió.


Jonatán le dijo a David: “Vete en paz, porque los dos hemos hecho un juramento solemne en nombre del Señor. Dijimos: ‘El Señor será testigo entre tú y yo, y entre mis descendientes y los tuyos para siempre’”. Entonces David se marchó, y Jonatán volvió a la ciudad.


Saúl le hizo un juramento por el Señor: “Vive el Señor, no serás considerada culpable por hacer esto”.