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2 Samuel 13:24 - Versión Biblia Libre

Se dirigió al rey y le dijo: “Yo, tu siervo, he contratado esquiladores. ¿Podrían acompañarme el rey y sus siervos?”

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Biblia Reina Valera 1960

Y vino Absalón al rey, y dijo: He aquí, tu siervo tiene ahora esquiladores; yo ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Él fue adonde estaba el rey y le dijo: —Mis esquiladores ya se encuentran trabajando. ¿Podrían el rey y sus siervos venir a celebrar esta ocasión conmigo?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Absalón dijo al rey: 'Ahora que tu servidor va a recibir a los esquiladores, venga el rey con toda su gente a mi casa'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Absalón fue al rey y dijo: He aquí que tu siervo hace el esquileo; te ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Se presentó, pues, al rey y le dijo: 'Mira: tu siervo está de esquileo; que venga el rey con sus servidores a casa de tu siervo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y vino Absalón al rey, y le dijo: He aquí, tu siervo tiene ahora esquiladores; yo ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo.

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Otras versiones



2 Samuel 13:24
8 Referencias Cruzadas  

Mucho tiempo después murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Cuando Judá terminó el tiempo de luto, fue a visitar a sus esquiladores en Timná con su amigo Hirá de Adulán.


Unos dos años después, cuando sus pastores estaban en Baal-hazor, cerca de Efraín, Absalón invitó a todos los hijos del rey a unirse a las celebraciones.


“No, hijo mío”, respondió el rey, “no podemos ir todos. Seríamos una carga para ti”. Aunque Absalón insistió, David no estuvo dispuesto a ir, pero le dio a Absalón su bendición.


Todos le mienten a su prójimo. Los halagan con elogios. Pero no dicen lo que en realidad piensan.


Lo que dice es tan suave como la mantequilla, pero por dentro él solo planea guerra; sus palabras son tan calmantes como el aceite, pero cortan como espadas afiladas.


Me he enterado de que estás ocupado esquilando. Cuando tus pastores estuvieron con nosotros, no los maltratamos, y nada de lo que les pertenecía fue robado en todo el tiempo que estuvieron en el Carmelo.