Siquem, hijo de Hamor el heveo, el gobernante de esa zona, la vio. La agarró y la violó.
2 Samuel 13:20 - Versión Biblia Libre Su hermano Absalón la encontró y le preguntó: “¿Ha estado tu hermano Amnón contigo? Cállate por el momento, hermana mía. Es tu hermano. No te alteres tanto por ello”. Así que Tamar vivió como una mujer arruinada y abandonada en la casa de su hermano Absalón. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por esto. Y se quedó Tamar desconsolada en casa de Absalón su hermano. Biblia Nueva Traducción Viviente Su hermano Absalón la vio y le preguntó: «¿Es verdad que Amnón ha estado contigo? Bien, hermanita, quédate callada por ahora, ya que él es tu hermano. No te angusties por esto». Así pues, Tamar vivió como una mujer desconsolada en la casa de su hermano Absalón. Biblia Católica (Latinoamericana) Su hermano Absalón le dijo: '¿Así que tu hermano Amnón se acostó contigo? Escúchame, hermana mía, no digas nada a nadie. ¿No es tu hermano? No tomes tan a pecho lo sucedido'. Tamar se quedó desamparada en la casa de su hermano Absalón. La Biblia Textual 3a Edicion Su hermano Absalón le preguntó: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Calla ahora hermana mía, pues es tu hermano. No se angustie tu corazón por este asunto. Y Tamar quedó desconsolada en casa de su hermano Absalón. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su hermano Absalón le preguntó: '¿Ha estado tu hermano Amnón contigo? Ahora cállate, hermana mía, es tu hermano, no te aflijas por esto'. Y Tamar, desolada, se quedó en casa de su hermano Absalón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía; tu hermano es; no te angusties por esto. Y se quedó Tamar desconsolada en casa de Absalón su hermano. |
Siquem, hijo de Hamor el heveo, el gobernante de esa zona, la vio. La agarró y la violó.
Estos son los hijos que Lea tuvo para Jacob en Padán Aram, así como su hija Dina. El número total de hijos e hijas y nietos fue de treinta y tres.
Entonces se puso ceniza en la cabeza y se rasgó su larga túnica. Se puso las manos en la cabeza y se fue llorando a gritos.
Pero el rey dio esta orden: “Puede volver a su casa, pero no debe venir a verme”. Así que Absalón volvió a su casa, pero no fue a ver al rey.
Queridos amigos, no procuren la venganza, más bien dejen que Dios sea quien haga juicio—tal como señala la Escritura: “‘Es a mí a quien corresponde administrar la justicia, yo pagaré,’ dice el Señor”.