Desde entonces Esaú sintió odio hacia Jacob, por causa de la bendición de su padre. Esaú se dijo a sí mismo: “Pronto llegará el tiempo en que lamentaré la muerte de mi padre. ¡Y entonces mataré a mi hermano Jacob!”
2 Samuel 11:26 - Versión Biblia Libre Cuando la mujer de Urías se enteró de que su marido había muerto, se puso de luto por él. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo duelo por su marido. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando la esposa de Urías se enteró de que su marido había muerto, hizo duelo por él. Biblia Católica (Latinoamericana) Supo la mujer de Urías que su marido había muerto. Hizo duelo por él, La Biblia Textual 3a Edicion Al oír la mujer de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando la mujer de Urías se enteró de que había muerto su marido, hizo duelo por su señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyendo la esposa de Urías que su marido Urías había muerto, hizo duelo por su marido. |
Desde entonces Esaú sintió odio hacia Jacob, por causa de la bendición de su padre. Esaú se dijo a sí mismo: “Pronto llegará el tiempo en que lamentaré la muerte de mi padre. ¡Y entonces mataré a mi hermano Jacob!”
Cuando llegaron a la era de Atad, al otro lado del Jordán, lloraron con gritos de dolor. José celebró una ceremonia de siete días de luto por su padre allí.
Entonces David le dijo al mensajero: “Dile esto a Joab: ‘No te alteres por esto, pues la espada destruye a la gente al azar. Prosigue tu ataque contra la ciudad y conquístala’. Anímalo diciéndole esto”.
Entonces Joab envió un mensajero a Tecoa para que trajera a una mujer sabia que vivía allí. Y le dijo: “Finge estar de luto. Ponte ropa de luto y no uses aceites perfumados. Ponte como una mujer que lleva mucho tiempo de luto por los muertos.
Entonces David les ordenó a Joab y a todos los que estaban allí: “Rasguen sus ropas, pónganse silicio y hagan duelo por Abner”. El mismo rey David siguió el cuerpo mientras lo llevaban a la tumba.
Cuando Acab supo que Nabot había muerto, se levantó y fue a reclamar la propiedad de la viña de Nabot.
Los israelitas lloraron por Moisés en las llanuras de Moab durante treinta días, hasta que el tiempo de duelo terminó.
Luego tomaron sus huesos y los enterraron bajo el tamarisco en Jabes, y ayunaron durante siete días.