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2 Corintios 9:4 - Versión Biblia Libre

Esto lo digo en caso de que algunos de Macedonia lleguen conmigo y ustedes no estén listos. Nosotros, – y sabemos que ustedes también – nos sentiríamos muy avergonzados de que este proyecto fracasara.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

no sea que si vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sería vergonzoso para nosotros —ni hablar de la vergüenza que significaría para ustedes— si algunos creyentes macedonios llegaran conmigo y encontraran que ustedes no están preparados ¡después de todo lo que les hablé de ustedes!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

no sea que, al llegar conmigo los de Macedonia, los encuentren desprevenidos. ¡Sería para mí una vergüenza, por no decir para ustedes!

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La Biblia Textual 3a Edicion

no sea que si van conmigo algunos de Macedonia y os hallan desprevenidos, nosotros seamos avergonzados, para no decir vosotros,° por esta confianza.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No sea que los macedonios que vienen conmigo os encuentren desprevenidos, lo que nos cubriría de vergüenza a nosotros, por no decir a vosotros, muy en contra de la seguridad que teníamos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

no sea que si vinieren conmigo los de Macedonia, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de este firme gloriar.

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Otras versiones



2 Corintios 9:4
7 Referencias Cruzadas  

porque los creyentes en Macedonia y Acaya pensaron que sería bueno enviar una ayuda a los pobres que están entre los creyentes de Jerusalén.


El primer día de la semana, todos deben apartar dinero del que han ganado. No quisiera que se recogiera dinero cuando estoy con ustedes.


Lo que estoy diciendo no es como lo diría el Señor, con todo este orgullo.


Así que les ruego que los reciban antes que todas las demás iglesias y les muestren su amor, demostrando así que tenemos razón en estar muy orgullosos de ustedes.


Sé cuán prestos están para ayudar. De hecho, elogié esto en Macedonia, diciendo que en Acaya ustedes han estado prestos por más de un año, y que su entusiasmo ha animado a muchos de ellos a dar.


Yo, Pablo, escribo esto con mi propia mano: Te pagaré. Sin duda no diré lo que me debes, ¡incluyendo tu propia vida!