“Por eso les digo que no se preocupen por sus vidas. No se preocupen por lo que van a comer, o por lo que van a beber, o por la ropa con la que van a vestir. ¿Acaso no es la vida más importante que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
1 Samuel 9:5 - Versión Biblia Libre Cuando llegaron a la tierra de Zuf, Saúl le dijo a su criado: “Vamos, volvamos, porque si no mi padre no se preocupará solamente por los burros, sino también por nosotros”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará acongojado por nosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Finalmente, entraron a la región de Zuf y Saúl le dijo a su siervo: —Volvamos a casa. ¡Es probable que ahora mi padre esté más preocupado por nosotros que por los burros! Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando llegaron al territorio de Suf, Saúl dijo a su sirviente: 'Mejor regresemos, pues nuestro padre se va a preocupar más por nosotros que por las burras'. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando llegaron a la tierra de Suf, Saúl dijo al joven que estaba con él: Vamos a volvernos, no sea que mi padre se olvide de las asnas y comience a preocuparse por nosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegaron a la región de Suf, dijo Saúl al criado que le acompañaba: 'Vamos a volvernos, no sea que mi padre, más que por las asnas, esté ya intranquilo por nosotros'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, dejado el cuidado de las asnas, estará preocupado por nosotros. |
“Por eso les digo que no se preocupen por sus vidas. No se preocupen por lo que van a comer, o por lo que van a beber, o por la ropa con la que van a vestir. ¿Acaso no es la vida más importante que la comida, y el cuerpo más que la ropa?
¿Y por qué se preocupan por la ropa? Miren las hermosas flores del campo. Miren cómo crecen: No trabajan ni hilan.
Así que no se preocupen por el día de mañana, porque el mañana puede preocuparse por sí mismo. Cada día trae su propio mal.
“Cuando sean llevados para ser juzgados en las sinagogas, ante los gobernantes, y las autoridades, no tengan miedo sobre cómo van a defenderse, o lo que dirán.
Entonces Jesús le dijo a sus discípulos: “Por eso les digo que no se preocupen por las cosas de la vida, por lo que van a comer, o por la ropa que deben usar.
Había una vez un hombre de Ramataim de Zofim, en la región montañosa de Efraín. Su nombre era Elcana, hijo de Jeroham, hijo de Eliú, hijo de Tohu, hijo de Zuf, de la tribu de Efraín.
Cuando me dejes hoy, te encontrarás con dos hombres cerca de la tumba de Raquel en Selsa, en la frontera del territorio de Benjamín. Te dirán que han encontrado los burros que fuiste a buscar. “Ahora tu padre no está preocupado por ellos, sino por ti, y se pregunta: ‘¿Qué pasará con mi hijo?’ .