“¿Por qué no te preocupaste por matar al ungido del Señor?” preguntó David.
1 Samuel 26:9 - Versión Biblia Libre Pero David le dijo a Abisai: “¡No, no lo mates! ¿Quién puede atacar al ungido del Señor y no ser culpable de un crimen? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente? Biblia Nueva Traducción Viviente —¡No! —dijo David—. No lo mates. Pues ¿quién quedará inocente después de atacar al ungido del Señor? Biblia Católica (Latinoamericana) Pero David respondió a Abisaí: '¡No lo hieras! ¿Quién podría poner su mano en el ungido de Yavé y quedar sin castigo?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero David respondió a Abisai: No lo mates, porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de YHVH y quedará impune? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero David respondió a Abisay: 'No lo mates; pues ¿quién que haya puesto su mano sobre el ungido de Yahveh puede permanecer impune?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente? |
“¿Por qué no te preocupaste por matar al ungido del Señor?” preguntó David.
David le dijo al amalecita: “Tu muerte es culpa tuya, porque has testificado contra ti mismo al decir: ‘Yo maté al ungido del Señor’”.
Pero David respondió: “¿Qué tiene que ver eso con ustedes, hijos de Sarvia? ¿Quieren ser mis enemigos hoy? ¿Es este un día para ejecutar a alguien en Israel? ¿No estoy seguro de que hoy vuelvo a ser el rey de Israel?”
“No coloques mano sobre mi pueblo escogido, ni le hagas daño a mis profetas!”
Con respecto a las acciones de otros: he hecho lo que me dijiste, y he evitado lo que hacen las personas violentas.
¡Sé bueno conmigo, Dios! Sé bueno conmigo porque vengo a ti por protección. Me abrigaré bajo la sombra de tus alas hasta que el peligro haya pasado.
Entonces Samuel tomó un frasco de aceite de oliva y lo derramó sobre la cabeza de Saúl, y lo besó diciendo: “El Señor te ha ungido como gobernante de su pueblo elegido.
Aquí estoy ante ustedes. Traigan cualquier acusación que tengan contra mí en presencia del Señor y de su ungido. ¿Me he apropiadodel buey o del burro de alguien? ¿He perjudicado a alguien? ¿He oprimido a alguien? ¿He aceptado un soborno de alguien para hacerme el de la vista gorda? Díganmelo y les pagaré por ello”.
Abisai le dijo a David: “Dios te ha entregado hoy a tu enemigo. Así que, por favor, déjame clavarle la lanza en el suelo de una sola vez. No necesitaré hacerlo dos veces”.