Cuando se puso el sol, Abrán sintió mucho sueño, y a la vez una oscuridad espesa y terrible se puso sobre él.
1 Samuel 26:12 - Versión Biblia Libre David tomó la lanza y la jarra de agua junto a la cabeza de Saúl, y se fueron. Nadie vio nada; nadie supo lo que había pasado; nadie se despertó. Todos se quedaron dormidos, porque el Señor los había hecho caer en un profundo sueño. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Se llevó, pues, David la lanza y la vasija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y no hubo nadie que viese, ni entendiese, ni velase, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David mismo tomó la lanza y la jarra de agua que estaban cerca de la cabeza de Saúl. Luego él y Abisai escaparon sin que nadie los viera ni despertara, porque el Señor hizo que los hombres de Saúl cayeran en un sueño profundo. Biblia Católica (Latinoamericana) David tomó la lanza y la cantimplora que estaban al lado de Saúl y se fueron. Nadie lo vio, nadie lo supo, nadie se movió; todos dormían porque Yavé les había enviado un sueño muy pesado. La Biblia Textual 3a Edicion Tomó David la lanza y la vasija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y no hubo nadie que lo viera ni se diera cuenta, ni nadie que se despertara. Todos dormían, porque un profundo sueño de parte de YHVH había caído sobre ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó, pues, David la lanza y el jarro de agua que había a la cabecera de Saúl, y se fueron. Nadie los vio, nadie se dio cuenta, nadie se despertó; todos ellos dormían, porque un profundo sueño enviado por Yahveh se había apoderado de ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tomó, pues, David la lanza y la botija de agua de la cabecera de Saúl, y se fueron; y nadie lo vio ni lo supo, ni despertó, pues todos dormían; porque un profundo sueño enviado de Jehová había caído sobre ellos. |
Cuando se puso el sol, Abrán sintió mucho sueño, y a la vez una oscuridad espesa y terrible se puso sobre él.
Así que el Señor hizo que Adán durmiera profundamente, y mientras dormía Dios quitó una de las costillas de Adán y después volvió a cerrar el lugar del cual tomó el tejido.
Esa noche el rey no pudo dormir, así que ordenó que le trajeran el Libro de Registros del Reinado para que se lo leyeran.
Porque el Señor los ha adormecido mucho, y ha cerrado los ojos y cubierto las cabezas de los que hablan por Dios y ven visiones.
Los hombres de David le dijeron: “Hoy es el día que el Señor te prometió al decirte: ‘Escucha, voy a entregarte a tu enemigo, para que hagas con él lo que quieras’”. Entonces David se acercó sigilosamente y cortó un trozo del borde del manto de Saúl.
Entonces David volvió al otro lado, y se situó en la cima de la colina, lo suficientemente lejos -había una distancia considerable entre ellos.
Así que David y Abisai fueron al campamento del ejército por la noche. Saúl estaba durmiendo en el campamento con su lanza clavada en el suelo junto a su cabeza, y Abner y sus hombres dormían a su alrededor.