“Señor mío, ¿qué estás diciendo?” le contestaron. “¡Nosotros, tus siervos, no haríamos algo así!
1 Samuel 20:2 - Versión Biblia Libre “¡Nada!” Respondió Jonatán. “¡No vas a morir! ¡Escucha! Mi padre me cuenta todo lo que planea, sea lo que sea. ¿Por qué iba mi padre a ocultarme algo así? No es cierto”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Él le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así. Biblia Nueva Traducción Viviente —¡No es cierto! —contestó Jonatán—. No vas a morir. Mi padre siempre me cuenta todo lo que piensa hacer, aun las cosas más pequeñas. Sé que mi padre no me ocultaría algo como esto. ¡Sencillamente no es cierto! Biblia Católica (Latinoamericana) Jonatán respondió: 'No, tú no morirás. Mi padre nada me oculta de lo que hace, sea importante o no. ¿Por qué pues mi padre me irá a ocultar eso? Tú te equivocas'. La Biblia Textual 3a Edicion Y él le dijo ¡Nada de eso! ¡No morirás! He aquí que mi padre no hace cosa grande o pequeña que no me la diga antes. ¿Por qué habría de ocultarme esto mi padre? ¡Es imposible! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él le contestó: '¡De ninguna manera! Tú no morirás. Mira: mi padre no hace cosa alguna, grande o pequeña, sin decírmelo a mí. ¿Por qué me iba a ocultar este asunto? ¡Eso no puede ser!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así. |
“Señor mío, ¿qué estás diciendo?” le contestaron. “¡Nosotros, tus siervos, no haríamos algo así!
No quieres sacrificios ni ofrendas. Me has ayudado a entenderque Tú no estás pidiendo ofrendas quemadas u ofrendas de pecado.
El compañero de un ladrón aborrece su vida; incluso bajo amenaza y maldiciones, no podrá decir la verdad.
Vendrá y los matará y le entregará la viña a otros”. Cuando ellos oyeron este relato, dijeron: “¡Ojalá que nunca ocurra eso!”
Yo no los llamaré más siervos, porque los siervos no son considerados como de confianza por su amo. Yo los llamo amigos, porque todo lo que mi Padre me dijo yo se los he dicho a ustedes.
Yo les he dado el mensaje que tú me diste a mí. Ellos lo aceptaron, estando completamente convencidos de que vine de ti, y ellos creyeron que tú me enviaste.
“Jamás se nos ocurriría rebelarnos contra el Señor o alejarnos de él construyendo un altar para hacer holocaustos o ofrendas de grano o sacrificios. El único altar del Señor, nuestro Dios, es el que está frente a su Tabernáculo”.
El pueblo respondió: “¡Nunca abandonaremos al Señor ni adoraremos a otros dioses!
Pero el pueblo le dijo a Saúl: “¿Tiene que morir Jonatán, el que logró esta gran victoria en Israel? ¡De ninguna manera! Juramos por la vida del Señor que ni un solo cabello de su cabeza caerá al suelo, pues fue con la ayuda de Dios que logró esto hoy”. El pueblo salvó a Jonatán, y éste no murió.
David corrió desde Naiot en Ramá hasta donde estaba Jonatán y le preguntó: “¿Qué he hecho? ¿Qué mal he hecho? ¿Qué cosa terrible le he hecho a tu padre para que quiera matarme?”
Jonatán le dijo a David: “Te prometo por el Señor, el Dios de Israel, que mañana a esta hora o pasado mañana interrogaré a mi padre. Si las cosas se ven bien para ti, te enviaré un mensaje y te lo haré saber.
Pero David volvió a jurar: “Tu padre sabe muy bien que soy tu amigo, y por eso seguro ha pensado: ‘Jonatán no puede enterarse de esto, porque si no se enfadará mucho’. Te juro por la vida del Señor, y por tu propia vida, que mi vida pende de un hilo”.