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1 Samuel 2:20 - Versión Biblia Libre

Elí bendecía a Elcana y a su esposa, diciendo: “Que el Señor le dé hijos de esta mujer para reemplazar al que ella dedicó al Señor”. Luego regresaban a casa.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Antes de que ellos regresaran a su casa, Elí bendecía a Elcana y a su esposa diciendo: «Que el Señor les dé otros hijos para que tomen el lugar de este que ella entregó al Señor».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En una de esas ocasiones Helí bendijo a Elcana y a su mujer: 'Yavé, le dijo, te dé hijos de esta mujer a cambio del hijo que ella consagró a Yavé'. Después de lo cual regresaron a su casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y Elí bendecía a Elcana y a su mujer, diciendo: YHVH te dé descendencia de esta mujer por el préstamo que ella hizo a YHVH. Y se volvían a su lugar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Elí bendecía a Elcaná y a su esposa, y le decía: 'Que Yahveh te dé descendencia por esta mujer, a cambio del don que ella consagró a Yahveh'. Y se volvían a su lugar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Elí bendijo a Elcana y a su esposa, diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de este préstamo que es hecho a Jehová. Y se volvieron a su casa.

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Otras versiones



1 Samuel 2:20
9 Referencias Cruzadas  

Y bendijo a Abrán, diciéndole: “Que tú, Abrán, seas bendito por el Altísimo, Creador del cielo y de la tierra.


¿Acaso no los hizo uno solo, y les dio de su Espíritu? ¿Y qué es lo que pide de ustedes? Hijos de Dios. Así que tengan cuidado con lo que hacen, y no sean desleales a la esposa con la que se casaron cuando eran jóvenes.


Entonces Simeón los bendijo, y dijo a María la madre de Jesús: “Este niño está destinado para hacer que muchos en Israel caigan y muchos otros se levanten. Es una señal de Dios que muchos rechazarán,


Que el Señor te recompense plenamente por todo lo que has hecho: el Señor, el Dios de Israel, a quien has acudido en busca de protección”.


Los ancianos y todo el pueblo presente en la puerta de la ciudad dijeron: “Sí, somos testigos. Que el Señor haga que la mujer que viene a tu casa sea como Raquel y Lea, que entre ambas dieron a luz al pueblo de Israel. Que seas próspera en Efrata y famosa en Belén.


Allí hizo un voto, pidiendo: “Señor Todopoderoso, si tan sólo te fijas en el sufrimiento de tu sierva y te acuerdas de mí, y no me olvidas, sino que me das un hijo, lo dedicaré al Señor durante toda su vida, y ninguna navaja de afeitar tocará su cabeza”.