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1 Samuel 16:12 - Versión Biblia Libre

Así que Isaí mandó a buscarlo y lo trajo delante de Samuel. Tenía una tez roja y unos ojos hermosos, y tenía buen parecer. El Señor dijo: “Ve a ungirlo, porque es él”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque este es.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Isaí mandó a buscarlo. El joven era trigueño y apuesto, y de hermosos ojos. Y el Señor dijo: —Este es, úngelo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Fueron pues a buscarlo y llegó; era rubio con hermosos ojos y una bella apariencia. Yavé dijo entonces: 'Párate y conságralo; es él'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Envió pues y lo hizo venir; y él era rubio, de ojos vivaces y aspecto gallardo. Y dijo YHVH: ¡Levántate y úngelo, porque éste es!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mandó, pues, que lo trajeran. Era rubio, de bellos ojos y de buena presencia. Dijo entonces Yahveh: 'Levántate y úngelo, pues ése es'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Envió, pues, por él, y lo hizo entrar; el cual era rubio, de hermoso parecer y de bello aspecto. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque este es.

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Otras versiones



1 Samuel 16:12
19 Referencias Cruzadas  

Así que Potifar dejó que José cuidara de todo lo que tenía. No se preocupaba de nada, excepto de decidir qué comida iba a comer. Ahora José era guapo, tenía un buen físico,


Estas son las últimas palabras de David. El mensaje divino de David hijo de Isaí, el mensaje divino del hombre engrandecido por Dios, el ungido por el Dios de Jacob, el maravilloso salmista de Israel:


“Entonces, dile a mi siervo David que esto es lo que dice el Señor Todopoderoso: Fui yo quien te sacó del campo, de cuidar ovejas, para convertirte en jefe de mi pueblo Israel.


Allí hagan que el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey de Israel. Toquen la trompeta y griten: ‘¡Viva el rey Salomón!’.


Los reyes del mundo se preparan para el ataque, y los gobernantes se reúnen para conspirar contra el Señor y su ungido, diciendo:


“Yo soy quien puso a mi rey en Sión, mi monte sagrado”.


Eligió a su siervo David, tomándolo de entre los rediles de ovejas,


Ella quedó embarazada y tuvo un hijo. Y viendo que era un bebé precioso, lo escondió durante tres meses.


Mi amor tiene una apariencia deslumbrante y está muy en forma, mejor que otros diez mil.


Sus líderes eran más puros que la nieve, más blancos que la leche; sus cuerpos eran de un rojo más saludable que el coral, y brillaban como el lapislázuli.


“Estos son los dos que han sido ungidos y que están junto al Señor de toda la tierra”, respondió.


“¡Ahora esto en verdad ha sucedido aquí, en esta misma ciudad! Tanto Herodes como Poncio Pilato, junto con los extranjeros y el pueblo de Israel, unidos todos contra el Santo, tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste como Mesías.


Fue en este tiempo cuando nació Moisés. Era un niño hermoso, y durante tres meses recibió cuidado en la casa de su padre.


Por fe en Dios, los padres de Moisés lo ocultaron durante tres meses después de nacer. Reconocieron que era un niño especial. Y no temieron ir en contra de la orden que se había dado.


Uno de los criados respondió: “Conozco a un hijo de Isaí, de Belén, que es bueno tocando el arpa. Es un hombre valiente, buen luchador, de buen hablar y guapo, y el Señor está con él”.


Cuando el filisteo miró de cerca, pudo ver que David era sólo un joven apuesto de cara roja, y entonces trató a David con desprecio.


Cuando Saúl vio que David salía a luchar contra el filisteo, le preguntó a Abner, el comandante del ejército: “Abner, ¿de quién es hijo ese joven?” “Por su vida, Su Majestad, no lo sé”, respondió Abner.


Cuando Samuel vio a Saúl, el Señor le dijo: “Este es el hombre del que te hablé. Es el que va a gobernar a mi pueblo”.