Que se desvanezcan como el agua que fluye lejos; que cuando disparan sus arcos pierdan su blanco.
1 Samuel 14:16 - Versión Biblia Libre Los vigías de Saúl en Guibeá, en Benjamín, vieron cómo el ejército filisteo se desvanecía y se dispersaba en todas direcciones. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y los centinelas de Saúl vieron desde Gabaa de Benjamín cómo la multitud estaba turbada, e iba de un lado a otro y era deshecha. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los centinelas de Saúl en Guibeá de Benjamín vieron algo muy extraño: el inmenso ejército filisteo comenzó a dispersarse en todas direcciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Los centinelas de Saúl que estaban en Guibea de Benjamín vieron que el campamento de los filisteos se dispersaba por todos los lados. La Biblia Textual 3a Edicion Y los atalayas de Saúl observaban desde Gabaa de Benjamín, y he aquí la multitud se agitaba, e iba de un lado a otro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los centinelas de Saúl apostados en Guibeá de Benjamín vieron que la multitud de filisteos se agitaba y corría de un lado para otro Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los centinelas de Saúl vieron desde Gabaa de Benjamín cómo la multitud estaba turbada, e iba de un lado a otro y era deshecha. |
Que se desvanezcan como el agua que fluye lejos; que cuando disparan sus arcos pierdan su blanco.
Sóplalos y disípalos como si fueran solo humo; derrítelos como la cera en el fuego. Que los malvados mueran ante la presencia de Dios.
Animaré a los egipcios a atacar a otros egipcios. Lucharán entre sí, vecino contra vecino, pueblo contra pueblo y reino contra reino.
Cuando tocaron las trescientas trompetas, el Señor hizo que todos los hombres del campamento se atacaran unos a otros con sus espadas. El ejército enemigo huyó hacia Bet Shitá, cerca de Zererá, hasta la frontera de Abel Meholá, cerca de Tabbá.
Entonces los filisteos entraron en pánico, en el campamento, en el campo y en todo su ejército. Incluso los que estaban en los puestos de avanzada y los grupos de asaltantes se aterrorizaron. La tierra se estremeció. Era terror proveniente de Dios.
Saúl les dijo a los soldados que estaban con él: “Pasen lista y averigüen quiénes no están con nosotros”. Cuando pasaron lista, descubrieron que Jonatán y su escudero no estaban allí.
Entonces Saúl y todo su ejército se reunieron y entraron en batalla. Descubrieron que los filisteos estaban en total desorden, atacándose unos a otros con las espadas.