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1 Samuel 10:10 - Versión Biblia Libre

Cuando Saúl y su criado llegaron a Guibeá, había una procesión de profetas que salía a su encuentro. Y el Espíritu de Dios vino sobre Saúl con poder, y él también comenzó a profetizar con ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él; y el Espíritu de Dios vino sobre él con poder, y profetizó entre ellos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando Saúl y su siervo llegaron a Guibeá, vieron a un grupo de profetas que se les acercaba. Entonces el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Saúl, y él también comenzó a profetizar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al llegar a Guibea, Saúl y su sirviente se encontraron con la banda de profetas: el espíritu de Dios se apoderó de él y se puso a profetizar en medio de ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y cuando llegaron al collado, he aquí la compañía de profetas salió a su encuentro, y el Espíritu de Dios se apoderó de él, y profetizó entre ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En efecto, al llegar allí, a Guibeá, le salió al encuentro un grupo de profetas; el espíritu de Dios se apoderó de él y entró en medio de ellos en trance profético.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando llegaron allá al collado, he aquí la compañía de los profetas que venía a encontrarse con él, y el Espíritu de Dios vino sobre él, y profetizó entre ellos.

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Otras versiones



1 Samuel 10:10
7 Referencias Cruzadas  

Cuando Sansón se acercó a Lejí, los filisteos corrieron hacia él, gritándole. Pero el Espíritu del Señor lo invadió, y las cuerdas que le ataban los brazos se debilitaron como el lino quemado, y sus manos se soltaron.


El Espíritu del Señor vino sobre él, y se convirtió en juez de Israel. Fue a la guerra con Cusán-Risatayín, rey de Aram, y el Señor entregó al rey a Otoniel, que salió victorioso.


Cuando se enteró de esto, el Espíritu de Dios se apoderó de Saúl, y se enojó mucho.


Samuel tomó el frasco de aceite de oliva y lo ungió en presencia de sus hermanos, y el Espíritu del Señor vino sobre David con poder desde aquel día. Luego Samuel se fue y regresó a Ramá.


Yo elegiré para mí a un sacerdote digno de confianza que hará lo que realmente quiero, lo que tengo en mente. Me aseguraré de que él y sus descendientes sean dignos de confianza y que siempre sirvan a mi ungido.