Absalón no hablaba con Amnón lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.
1 Juan 3:10 - Versión Biblia Libre Así es como podemos distinguir a los hijos de Dios y los hijos del diablo: todos aquellos que no obran con justicia, no pertenecen a Dios, ni aquellos que no aman a sus hermanos cristianos. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes no pertenece a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) En esto se reconocen los hijos de Dios y los del Diablo: el que no sigue el camino de rectitud no es de Dios, y tampoco el que no ama a su hermano. La Biblia Textual 3a Edicion En esto son reconocidos los hijos de Dios y los hijos del diablo: Todo aquel que no practica° la justicia no es de Dios, tampoco aquel que no ama a su hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En esto se dan a conocer los hijos de Dios y los hijos del diablo: quien no hace justicia, no es de Dios, y tampoco lo es quien no ama a su hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo el que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. |
Absalón no hablaba con Amnón lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.
“El campo es el mundo. Las semillas buenas son los hijos del reino. Las semillas de maleza son los hijos del maligno.
No. Amen a sus enemigos, háganles el bien, y presten sin esperar que les paguen. Entonces recibirán una gran recompensa, y ustedes serán los hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los malvados.
Pero a aquellos que lo aceptaron, a quienes creyeron en él, les dio el derecho de convertirse en hijos de Dios.
Y no solo por la nación judía, sino por todos los hijos de Dios que estaban esparcidos, a fin de que volvieran a reunirse y ser un solo pueblo.
El padre de ustedes es el Diablo, y ustedes aman seguir los deseos malos de él. Él fue un asesino desde el principio. Nunca estuvo de parte de la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando él miente, revela su verdadero carácter, porque él es un mentiroso y padre de mentiras.
Todo el que pertenece a Dios, escucha lo que Dios dice. La razón por la que ustedes no escuchan es porque ustedes no pertenecen a Dios”.
“¡Estás lleno de engaño y de todo tipo de mal, hijo del diablo, enemigo de todo lo recto! ¿Nunca dejarás de pervertir los caminos verdaderos del Señor?
No le deban nada a nadie, excepto amor unos a otros, porque los que aman a su prójimo están cumpliendo la ley.
Sobre todas las cosas, ámense unos a otros, que es el vínculo perfecto que los unirá.
La razón por la que insisto en esto es para que podamos tener el amor que nace de un corazón puro, de una conciencia limpia y de la fe sincera en Dios.
Si ustedes saben que él es bueno y justo, entonces también deben saber que todo el que hace lo justo ha nacido de Dios.
¡Miren el amor que tiene el Padre para con nosotros! Por eso podemos ser llamados hijos de Dios, ¡porque eso es lo que somos! La razón por la que el mundo no nos reconoce como hijos de Dios es porque no lo reconocen a él.
Amigos míos, ya somos hijos de Dios, pero lo que llegaremos a ser no se ha revelado todavía. Pero sabemos que cuando él aparezca seremos como él, porque lo veremos como él es realmente.
Este es el mandamiento que nos dio: los que aman a Dios, amen también a sus hermanos.
Sin embargo, nosotros pertenecemos a Dios y todo el que conoce a Dios, nos escucha; pero los que no pertenecen a Dios, no nos escuchan. Así es como podemos distinguir el espíritu de verdad del espíritu de engaño.
Pues sabemos que pertenecemos a Dios, y que el mundo está bajo control del maligno.
¿Cómo sabemos que amamos a los hijos de Dios? Cuando amamos a Dios y seguimos sus mandamientos.
Amigo mío, no imites el mal, sino el bien. Los que hacen el bien le pertenecen a Dios; los que hacen el mal no lo conocen.