El macho cabrío elegido por sorteo como chivo expiatorio será presentado vivo ante el Señor para arreglar las cosas enviándolo al desierto como chivo expiatorio.
1 Juan 2:2 - Versión Biblia Libre Por él son perdonados nuestros pecados, y no solo los nuestros, sino los de todo el mundo. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Biblia Nueva Traducción Viviente Él mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) El es la víctima por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero. La Biblia Textual 3a Edicion el cual es también la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él es sacrificio de purificación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. |
El macho cabrío elegido por sorteo como chivo expiatorio será presentado vivo ante el Señor para arreglar las cosas enviándolo al desierto como chivo expiatorio.
“Entonces el siervo dijo: ‘Señor, hice lo que me dijiste, pero aún hay lugares disponibles’.
Al día siguiente, Juan vio que Jesús se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!
Ellos le dijeron a la mujer: “Ahora nuestra confianza en él no es por lo que tú nos dijiste sino porque nosotros mismos lo hemos oído. Estamos convencidos de que él es realmente el Salvador del mundo”.
Por ello le fue necesario volverse como sus hermanos en todo, para poder llegar a ser un sumo sacerdote, misericordioso y fiel, en las cosas de Dios, para perdonar los pecados de su pueblo.
Tomó las consecuencias de nuestros pecados sobre sí mismo en su cuerpo en la cruz para que nosotros pudiéramos morir al pecado y vivir en justicia. “Por sus heridas, somos sanados”.
Y Jesús murió por culpa de los pecados, una vez y para siempre, el Único que es completamente verdadero y justo, por aquellos que somos malos, para poder llevarnos a Dios. Fue llevado a muerte en su cuerpo, pero vino a la vida en el espíritu.
Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, entonces somos amigos unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
Pero desde luego ustedes saben que Jesús vino para eliminar los pecados, y en él no hay pecado.
¡Eso es amor! No es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó y envió a su Hijo para ser la reconciliación por nuestros pecados.
Porque somos testigos de lo que hemos visto y testificamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo.
Pues sabemos que pertenecemos a Dios, y que el mundo está bajo control del maligno.
Y el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo, fue lanzado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.