1 Juan 1:7 - Versión Biblia Libre Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, entonces somos amigos unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Biblia Nueva Traducción Viviente Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado. Biblia Católica (Latinoamericana) En cambio, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado. La Biblia Textual 3a Edicion Pero si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús° su Hijo nos limpia de todo pecado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero si caminamos en la luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros; y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) mas si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. |
porque me has salvado de la muerte y me has sostenido para que no caiga. Ahora camino en la presencia de Dios, en la luz que da vida.
Cuán felices son aquellos que saben cómo gritar tus alabanzas, Señor. Porque ellos viven en la luz de tu presencia.
La luz brilla sobre aquellos que hicieron el bien, llevando alegría a aquellos que vivieron con rectitud.
Nadie en Israel dirá: “Estoy enfermo”, y a los que viven allí se les quitará la culpa.
Me tocó la boca con él y me dijo: “¡Mira! Esto ha tocado tus labios, así que ahora tu culpa ha sido quitada y tu pecado ha sido perdonado”.
Ese día se abrirá una fuente que brotará continuamenteporque la casa de David y el pueblo de Jerusalén para limpiar su pecado e impureza.
Perdona nuestros pecados, así como nosotros hemos perdonado a quienes han pecado contra nosotros.
Al día siguiente, Juan vio que Jesús se acercaba a él, y dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!
Jesús respondió: “La luz está aquí con ustedes un poco más. Caminen mientras tienen la luz para que la oscuridad no los sorprenda. Los que caminan en la oscuridad no saben hacia dónde van.
¡La noche casi termina, el día casi está aquí! Así que despojémonos de nuestras malas obras y vistámonos de la armadura de la luz.
Algunos de ustedes eran así, pero han sido limpiados y santificados. Han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo, y en el Espíritu de nuestro Dios.
A través de él obtenemos la salvación mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, como resultado de su preciosa gracia
En un tiempo ustedes estaban en tinieblas, pero ahora ustedes son luz en el Señor. Deben vivir como hijos de luz
Él es el único inmortal, y vive en la luz inaccesible. Nadie lo ha visto nunca, ni puede hacerlo. ¡El honor y el poder eterno son suyos! Amén.
Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.
¿cuánto más la sangre de Cristo, quien se ofreció a Dios teniendo una vida sin pecado por medio del Espíritu eterno, puede limpiar sus conciencias de sus antiguas vidas de pecado, para que puedan servir al Dios vivo?
Todo lo que es bueno, todo don perfecto, viene de arriba, y desciende del Padre que hizo las luces del cielo. A diferencia de ellas, él no cambia, él no varía ni arroja sombras.
Sino que fueron liberados con la preciosa sangre de Cristo, que fue como un cordero sin mancha ni defecto.
Los que hemos visto y oído eso mismo les contamos, para que también puedan participar de esta amistad junto a nosotros. Esta amistad con el Padre y su Hijo Jesucristo.
Este es el mensaje que recibimos de él y que nosotros les declaramos a ustedes: Dios es luz, y no hay ningún vestigio de oscuridad en él.
Él es el que vino por agua y sangre, Jesucristo. No solo vino por agua, sino por agua y sangre. El Espíritu prueba y confirma esto, porque el Espíritu es la verdad.
el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres están de acuerdo como si fueran uno.
Me alegré al saber que algunos de tus hijos están siguiendo la verdad, como el Padre nos mandó.
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el gobernante de los reyes de la tierra. A Jesús, quien nos ama y nos libertó de nuestros pecados por medio de su sangre,
Ellos lo vencieron mediante la sangre del Cordero y por el testimonio de sus vidas, y no amaron sus vidas al punto que estuvieron dispuestos a morir si era necesario.
Y yo respondí: “Mi Señor, tú sabes la respuesta”. Entonces me dijo: “Estos son los que han pasado por gran persecución. Y han lavado sus túnicas, blanqueándolas por medio de la sangre del Cordero.