Por eso les hablo como si fueran mis hijos; hagan lo mismo que hemos hecho nosotros: muéstrennos el mismo afecto.
3 Juan 1:4 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia No tengo mayor alegría que esta; cuando escucho que mis hijos siempre se mantienen caminando en la verdad. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. Biblia Nueva Traducción Viviente No hay nada que me cause más alegría que oír que mis hijos siguen la verdad. Biblia Católica (Latinoamericana) Nada me causa mayor alegría que el saber que mis hijos viven en la verdad. La Biblia Textual 3a Edicion No tengo mayor° gozo que éste: oír° que mis hijos andan en la verdad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No tengo mayor alegría que ésta: oír que mis hijos andan en la verdad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No tengo mayor gozo que el oír que mis hijos andan en la verdad. |
Por eso les hablo como si fueran mis hijos; hagan lo mismo que hemos hecho nosotros: muéstrennos el mismo afecto.
Cuando vi que Pedro no andaba rectamente, como corresponde a la integridad del Evangelio, le confronté delante de todos: si tú siendo judío, no sigues las reglas judías cuando no estás siendo observado por los judíos de Jerusalén que se creen los santos, ¿cómo te atreves a obligar a los que no son judíos a que sigan las costumbres judías, solo para causar buena impresión ante tus viejos amigos de Jerusalén?
Hijitos míos, hasta que el carácter de Cristo no sea formado en ustedes, he de sufrir mucho, como sufre una madre con los dolores de parto.
así como un padre cuida a sus hijos, nosotros los cuidamos, aconsejamos, exhortamos y los animamos;;
a mi querido Timoteo, verdadero hijo en la fe por identidad: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, misericordia y paz, que se fundamenta en la justicia, de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
a Timoteo, hijo amado: gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo; misericordia, que es poner el corazón en la miseria del otro y paz, que se fundamenta en la justicia, de parte de Dios padre y de nuestro Señor Jesucristo.
te imploro acerca de mi hijo Onésimo, al cual engendré en las prisiones y tribulaciones.
Queridos hijos míos, el propósito por el cual les escribo estas cosas es para que no pequen, pero si alguno de ustedes llega a pecar, tenemos un auxiliador, Jesucristo el justo, que está con el Padre y es igual al Padre.
He encontrado algo que fundamenta mi alegría, que los hijos de la iglesia están caminando constantemente en la verdad que genera una coherencia de vida, tal como ha sido el mensaje que nos ha dado el Padre a través del Hijo Jesucristo.