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Lucas 11:51 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

desde la muerte de Abel hasta la de Zacarías, a quien mataron entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuentas de todo esto.

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Biblia Reina Valera 1960

desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

desde el asesinato de Abel hasta el de Zacarías, a quien mataron entre el altar y el santuario. Sí, de verdad se culpará a esta generación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

desde la sangre de Abel, hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el Santuario. Sí, yo se lo aseguro: la generación presente es la que tendrá que responder.

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La Biblia Textual 3a Edicion

desde la sangre de Abel° hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. En verdad os digo, esto será demandado° de esta generación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, asesinado entre el altar y el santuario. Sí, os digo que se le pedirá cuenta a esta generación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo. De cierto os digo que será demandada de esta generación.

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Lucas 11:51
9 Referencias Cruzadas  

Después volvió a tener otro hijo al cual le puso por nombre Abel. Abel fue pastor de ovejas, en cambio Caín fue un agricultor.


Diles: ¡Esta es la nación que se niega a obedecer al Señor Dios suyo y rehúsa recibir enseñanza; la que persevera practicando la maldad!


En el mes octavo del segundo año del reinado de Darío, el Señor le habló a Zacarías hijo de Berequías y nieto de Idó. El Señor Todopoderoso le pidió que les diera a los israelitas este mensaje:


Así caerá sobre ustedes la culpa de la sangre de los justos asesinados, desde Abel hasta Zacarías, el hijo de Berequías, que ustedes mataron entre el altar y el santuario.


Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, y por eso Dios lo declaró justo y aceptó su ofrenda. Y aunque Abel ya está muerto, su fe nos habla todavía.


Se han acercado a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada, que habla con más fuerza que la sangre de Abel.


No seamos como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Por qué lo mató? Pues porque Caín hacía lo que es malo y su hermano lo que es justo.