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Levítico 19:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»Cuando cosechen sus campos, no arranquen las espigas que están a la orilla del campo, ni recojan las espigas que hayan caído al suelo.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Cuando recojas las cosechas de tu tierra, no siegues el grano en las orillas de tus campos ni levantes lo que caiga de los segadores.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando sea tiempo de cosechar, no siegues hasta la misma orilla del campo, ni recojas las espigas caídas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al segar la cosecha de vuestra tierra, no segarás hasta el último rincón de tu campo ni rebuscarás las espigas de tu siega.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando seguéis las mieses de vuestra tierra no lo haréis hasta el límite extremo del campo. No espigarás tu cosecha,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segarás hasta el último rincón de tu campo, ni espigarás tu tierra segada.

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Otras versiones



Levítico 19:9
9 Referencias Cruzadas  

Lo mismo harán con sus viñedos. No recogerán las uvas que queden en la mata después de la cosecha, ni las que hayan caído al suelo. Déjenlas para los pobres y para los extranjeros, porque yo soy el Señor su Dios.


El que la coma al tercer día, será culpable, por cuanto ha profanado la santidad del Señor, y será expulsado de su pueblo.


»Cuando cosechen el producto de la tierra, no lo harán hasta el último rincón del campo, ni recogerán el grano caído, sino que lo dejarán para los pobres y para los extranjeros que vivan en medio de ustedes y que no tienen tierra de su propiedad. Yo soy el Señor su Dios.


Cualquiera que no dedique el día al ayuno será eliminado de su pueblo.


Y cuando volvió al trabajo nuevamente, Booz les dijo a sus hombres que la dejaran espigar entre las gavillas sin prohibírselo,


Un día Rut le dijo a Noemí: ―Quizás yo pueda ir a los campos de algún hombre bondadoso para recoger algunas de las gavillas que quedan tras los segadores. Y Noemí dijo: ―Muy bien, hija mía, ve a hacer lo que has dicho.


Booz se dirigió a ella y le dijo: ―Escucha, hija mía. Quédate aquí para espigar. No vayas a otros campos.