No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día.
Juan 4:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jesús les explicó: ―Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar el trabajo que me dio. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jesús explicó: —Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me ha enviado y llevar a cabo su obra. La Biblia Textual 3a Edicion Les dice Jesús: Mi comida es que Yo haga la voluntad del que me envió y termine su obra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les responde: 'Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a término su obra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. |
No he rechazado sus mandamientos, sino que en ellos me he deleitado más que en mi alimento de cada día.
Se apartó un poco, se postró rostro en tierra y oró: «Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa. Pero hágase lo que tú quieres y no lo que quiera yo».
―Juan —le respondió Jesús—, bautízame, porque nos conviene cumplir lo que Dios manda. Y Juan lo bautizó.
Les digo que de la misma manera se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente».
En efecto, el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar a los que se habían perdido.
Él le respondió: ―¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
Yo te he glorificado en la tierra, y he cumplido con la obra que me diste para hacer.
Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: ―Tengo sed.
Al probar Jesús el vinagre, dijo: ―Todo está cumplido. Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo por lo que oigo, y mi juicio es correcto, porque está de acuerdo con la voluntad del que me envió y no de acuerdo con mi propia voluntad.
»Yo tengo un testimonio mayor que el de Juan, pues lo que el Padre me ha encomendado hacer es lo que estoy haciendo y es lo que demuestra que el Padre me ha enviado.
El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que a él le agrada.
Y les fui un ejemplo constante de cómo se debe ayudar a los pobres y recordar las palabras del Señor Jesús que dicen: “Hay más dicha en dar que en recibir”».
Mantengamos fija la mirada en Jesús, pues de él viene nuestra fe y él es quien la perfecciona. Él, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz y no le dio importancia a la vergüenza que eso significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.