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Juan 2:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Había allí seis tinajas de piedra de unos cien litros de capacidad cada una. Eran tinajas de las que usaban los judíos en sus ceremonias de purificación.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cerca de allí había seis tinajas de piedra, que se usaban para el lavado ceremonial de los judíos. Cada tinaja tenía una capacidad de entre setenta y cinco a ciento trece litros.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y había allí seis tinajas pétreas asentadas° conforme a la purificación° de los judíos, cada una con capacidad de dos o tres metretas.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Había allí seis tinajas de piedra dispuestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme a la purificación de los judíos, y en cada una cabían dos o tres cántaros.

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Otras versiones



Juan 2:6
9 Referencias Cruzadas  

Este le contestó: “Cien barriles de aceite”. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate, date prisa y escribe cincuenta”.


Jesús ordenó a los sirvientes: ―Llenen de agua estas tinajas. Los sirvientes las llenaron casi hasta rebosar.


Entonces empezaron a discutir los discípulos de Juan y un judío acerca de la ceremonia de purificación.


para hacerla santa y la purificó lavándola con agua por medio de la Palabra.


Y puesto que es así, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, ya que en nuestro interior hemos sido purificados de una mala conciencia y exteriormente hemos sido lavados con agua pura.


Dejemos ya lo que se refiere al bautismo, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.


Estas son únicamente reglas que tienen que ver con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, que sólo tienen vigencia hasta que llegue el tiempo de reformarlo todo.


Moisés, después de anunciar a todo el pueblo los mandamientos de la ley, tomó lana roja y ramas de hisopo, las mojó con la sangre de los becerros y los chivos mezclada con agua, y con eso roció el libro de la ley y a todo el pueblo.