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Juan 19:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ellos gritaron: ―¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo! Pilato les respondió: ―¿Creen que voy a crucificar a su rey? Los jefes de los sacerdotes contestaron: ―Nuestro único rey es el emperador romano.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—. ¡Crucifícalo!». —¿Cómo dicen? ¿Que yo crucifique a su rey? —preguntó Pilato. —No tenemos otro rey más que el César —le contestaron a gritos los principales sacerdotes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ellos gritaron: '¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!' Pilato replicó: '¿He de crucificar a su Rey?' Los jefes de los sacerdotes contestaron: 'No tenemos más rey que el César.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícalo! Les dice Pilato: ¿Que crucifique a vuestro rey? Respondieron los principales sacerdotes: ¡No tenemos más rey que César!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero ellos gritaron: '¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo!'. Pilato les pregunta: '¿Pero voy a crucificar a vuestro rey?'. Los pontífices respondieron: 'No tenemos más rey que al César'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero ellos dieron voces: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Los principales sacerdotes respondieron: No tenemos rey sino a César.

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Otras versiones



Juan 19:15
9 Referencias Cruzadas  

El cetro estará en las manos de Judá, y el bastón de gobernante estará en sus pies, hasta que llegue el rey por excelencia, a quien todos los pueblos obedecerán.


Dinos, ¿debe uno pagar impuestos al gobierno romano?


Pero todos gritaban a una voz: ―¡Llévate a ese! ¡Deja libre a Barrabás!


Pilato les dijo: ―Pues llévenselo ustedes y júzguenlo de acuerdo con su propia ley. Los judíos le respondieron: ―Nosotros no tenemos ninguna autoridad para dar muerte a nadie.


Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los guardias gritaron: ―¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Pilato les respondió: ―Llévenselo y crucifíquenlo ustedes. Yo no creo que sea culpable de nada.


Como no hallaban ninguna causa justa para condenarlo, buscaron la manera de que Pilato lo matara.


«¡Muera!» —gritaba la multitud detrás de ellos.


La gente estuvo escuchando a Pablo hasta que dijo esto. Entonces gritaron: «¡Bórralo de la tierra! ¡Ese hombre no merece vivir!».