»Benjamin es como un lobo feroz, que por la mañana devora a su presa, y al atardecer reparte lo que sobra».
Éxodo 15:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los enemigos dijeron: «Los seguiremos, les daremos alcance y los destruiremos. ¡Los destrozaremos con nuestras espadas y repartiremos el botín!». Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá mi mano. Biblia Nueva Traducción Viviente »El enemigo se jactaba diciendo: “Los perseguiré y los alcanzaré. Los despojaré y los consumiré. Sacaré mi espada; mi mano poderosa los destruirá”. Biblia Católica (Latinoamericana) Dijo el enemigo: 'Los perseguiré y los alcanzaré,
los tendré a merced, llevaré sus despojos;
sacaré mi espada y mi mano los matará. La Biblia Textual 3a Edicion El enemigo dijo: Perseguiré, apresaré, Repartiré despojos, Mi alma se saciará de ellos, Desenvainaré mi espada, Los destruirá mi mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se dijo el enemigo: 'Yo los perseguiré, les daré alcance, repartiré despojos, mi espíritu en ellos saciaré desenvainaré mi espada, mi mano los exterminará'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; mi alma se saciará de ellos; sacaré mi espada, los destruirá mi mano. |
»Benjamin es como un lobo feroz, que por la mañana devora a su presa, y al atardecer reparte lo que sobra».
»He perseguido a mis enemigos y los he destruido; no me detuve hasta aniquilarlos.
ella le envió este mensaje a Elías: «¡Te juro por mis dioses, que mañana, a esta misma hora, tú serás hombre muerto! ¡Así como mataste a mis profetas, yo te mataré a ti!».
El rey de los sirios envió este otro mensaje a Acab: «¡Que los dioses me hagan más de lo que te puedo hacer a ti, si dejo que en Samaria quede el polvo suficiente para que cada uno de los que me siguen se lleve un puñado!».
Cuando el faraón y sus hombres se dieron cuenta de que los israelitas se habían escapado, cambiaron de parecer, y dijeron: «¿Cómo hemos dejado que estos esclavos se nos vayan? ¿Quién va a hacer el trabajo que ellos hacían? ¿Por qué hemos sido tan torpes?».
De todos los dioses de estas tierras, ¿cuáles han librado alguna vez de mi poder a su pueblo? ¡Nómbrenme siquiera uno! ¿Y creen que este Dios suyo pueda librar de mis manos a Jerusalén? ¡No sean ridículos!
¡Cámbienle el nombre al faraón Hofra y llámenlo «Varón sin poder pero de mucho ruido»!
»Destruiste con sus propias armas a los que salieron como un torbellino, dispuestos a atacarnos y a sacarnos de nuestra tierra. Salieron contra nosotros muy contentos y confiados, pues creían que nos podían derrotar fácilmente.
Pero si llega otro más fuerte que él y lo vence, le quitará las armas en que confía y repartirá todo lo que le quitó.
“Hay mucho botín que distribuir, y eso lleva tiempo. Cada hombre recibe una o dos jovencitas, y Sísara recibirá las vestiduras de colores y traerá a su hogar muchos obsequios para mí”.
David preguntó al Señor: ―¿Saldré a perseguirlos? ¿Podré alcanzarlos? Y el Señor le dijo: ―Sí, ve tras ellos. Recuperarás a todos los cautivos.