La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




2 Corintios 13:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Les presentaré las pruebas que desean tener de que Cristo habla a través de mí. Cristo no anda con debilidades al tratarlos a ustedes; al contrario, los trata con vigor.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Les daré todas las pruebas que quieran de que Cristo habla por medio de mí. Cristo no es débil cuando trata con ustedes; es poderoso entre ustedes.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Así podrán comprobar que Cristo habla por mí. El no se muestra débil con ustedes, sino que más bien actúa con poder.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

puesto que buscáis una evidencia del Mesías que habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

ya que andáis buscando pruebas de que es Cristo quien habla por mí. Él no se muestra débil para con vosotros, sino que ejerce en vosotros su poder.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

pues que buscáis una prueba de que Cristo habla en mí, el cual no es débil para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.

Ver Capítulo
Otras versiones



2 Corintios 13:3
14 Referencias Cruzadas  

No serán ustedes los que hablen: ¡el Espíritu de su Padre hablará a través de ustedes!


pues yo les daré las palabras adecuadas y sabias para responder, y ninguno de sus enemigos podrá estar en contra de ustedes ni contradecirlos.


Pero en mi opinión será más feliz si no se vuelve a casar; y creo que cuando digo esto les estoy dando el consejo del Espíritu de Dios.


Cuando yo, Pablo, les ruego algo, lo hago con la misma ternura y bondad de Cristo. Sin embargo, se ha dicho que cuando les escribo soy fuerte, pero que cuando lo hago personalmente soy suave.


Para destruir las fortalezas del mal, no empleamos armas humanas, sino las armas del poder de Dios.


Estando entre ustedes demostré ser apóstol de veras, pues hice constantemente las señales propias de un apóstol: milagros, maravillas y obras poderosas.


Yo perdonaré a cualquiera que perdonen. Y lo que yo haya perdonado, si algo tenía que perdonar, lo he hecho por ustedes delante de Cristo,


Para él ya es bastante el castigo que la mayoría le impuso.


Poderoso es Dios para darles en abundancia sus bendiciones, de tal manera que, siempre y en todas las circunstancias, no sólo tengan para satisfacer las necesidades propias sino también para dar en abundancia a los demás.