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Tito 2:2 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

A los ancianos, enséñales que sean serios, respetables y que piensen bien las cosas. Que tengan una fe sincera, que amen a los demás y tengan paciencia.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Enseña a los hombres mayores a ejercitar el control propio, a ser dignos de respeto y a vivir sabiamente. Deben tener una fe sólida y estar llenos de amor y paciencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los ancianos han de ser sobrios, respetables, juiciosos, maduros en su fe, caridad y perseverancia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

A los ancianos,° que sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que los ancianos sean sobrios, dignos, ponderados, sanos en la fe, en el amor, en la constancia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Que los ancianos sean sobrios, honestos, templados, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.

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Otras versiones



Tito 2:2
33 Referencias Cruzadas  

Cuando llegaron adonde estaba Jesús, vieron al que había estado controlado por la gran cantidad de demonios. Estaba sentado, vestido y en su sano juicio, y tuvieron miedo.


La gente salió a ver lo que había pasado. Llegaron adonde estaba Jesús y encontraron, sentado a sus pies, al hombre de quien habían salido los demonios. Cuando lo vieron vestido y en su sano juicio, tuvieron miedo.


Pablo les habló sobre la justicia, el dominio propio y el juicio que vendrá de parte de Dios. Entonces Félix tuvo miedo y le dijo: «¡Basta por ahora! Puedes retirarte. Cuando crea conveniente, te mandaré llamar otra vez».


Yo sé que no lo merezco, pero Dios me ha dado autoridad para decirles lo siguiente: Nadie piense que es mejor o superior a otro. Más bien piensen que lo que ustedes son, lo son gracias a la medida de fe que Dios les ha dado.


Corrijan su manera de pensar y dejen de pecar. Algunos de ustedes no conocen a Dios en verdad —para que sientan vergüenza lo digo—.


Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder. Nosotros, en cambio, nos esforzamos por un premio que dura para siempre.


Si estamos locos, es porque amamos a Dios; y, si estamos cuerdos, es por ayudarlos a ustedes.


humildad y dominio propio. No hay ley que esté en contra de estas cosas.


Por último, hermanos en la fe, pongan total atención en todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración. En fin, en todo lo que sea excelente o merezca alabanza.


Por eso debemos vivir alertas y pensar con claridad, obedeciendo al Señor. Algunos viven sin preocuparse de estas cosas, parecen dormidos.


A nosotros, en cambio, nos interesa, por eso vivimos alertas, como si todo el tiempo fuera de día, siempre viéndolo todo con claridad. Vivimos protegidos por la fe y el amor, como con una coraza protectora. Nuestra seguridad en la salvación nos protege como un casco protege la cabeza.


los que tienen relaciones sexuales prohibidas y los homosexuales. También para los que venden esclavos, los mentirosos y los que juran en falso. Es decir, la Ley es para todos los que están en contra de la correcta enseñanza.


Pero el amor de nuestro Señor fue grande. No merezco ese amor, pero él me dio la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.


Esta carta va dirigida a ti, Timoteo, mi verdadero hijo en la fe. Les pido a Dios el Padre y a Cristo Jesús nuestro Señor que te permitan gozar de su inmerecido amor, de su bondad y de su paz.


Debes hacer esto para que todos amen con un corazón sincero. Que su amor sea el resultado de una conciencia tranquila y de una fe honesta.


Así mismo, las esposas de los diáconos deben ser mujeres a quienes todos respeten, que no sean chismosas, sino gente seria y dignas de toda confianza.


Así que el líder debe ser alguien a quien no se le pueda acusar de nada malo. Que sea esposo de una sola mujer, que controle sus deseos, que piense bien las cosas, respetado por todos, buen hospedador y capaz de enseñar.


Debe gobernar bien su casa y hacer que sus hijos le obedezcan con el debido respeto.


Los diáconos, igualmente, deben ser personas que todos respeten, sinceros, no amigos del mucho vino ni deseosos de ganar dinero con engaños.


No regañes con dureza al anciano, sino aconséjalo como si fuera tu padre. Trata a los jóvenes como a hermanos;


¡Y es la verdad! Por eso, repréndelos con fuerza para que su confianza en Cristo sea buena.


Al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, inteligente, justo, santo y disciplinado.


Si tú te portas bien, les darás ejemplo en todo. Cuando enseñes, hazlo con honestidad y seriedad.


prefiero rogártelo en nombre del amor. Ya soy anciano y, además, estoy preso por anunciar el mensaje de Cristo Jesús.


Por eso, prepárense para actuar con inteligencia. Tengan dominio propio. Pongan su confianza completamente en la salvación que se les dará cuando regrese Jesucristo.


Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, estén alerta y oren con seriedad.


Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.


Esfuércense también en tener dominio propio y, además del dominio, tengan paciencia, y a la paciencia agreguen entrega a Dios.