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Tito 2:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

En verdad, Dios le ha mostrado a toda la humanidad su amor, un amor que nadie merece, pero que trae salvación.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Porque la generosidad del Dios Salvador acaba de manifestarse a todos los hombres;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque la gracia salvadora de Dios fue manifestada a todos los hombres,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En efecto, la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los hombres

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque la gracia de Dios que trae salvación se ha manifestado a todos los hombres,

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Otras versiones



Tito 2:11
50 Referencias Cruzadas  

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.


Les dijo: ―Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia a toda criatura.


En su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.


Y toda la humanidad verá la salvación de Dios”».


Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, la gloria del Hijo único del Padre. Y estaba lleno de amor y de verdad.


Esa luz verdadera, la que alumbra a todas las personas, venía a este mundo.


Cuando él llegó y vio las evidencias de la bondad de Dios, se alegró. Entonces animó a todos a seguir firmes en la obediencia al Señor.


Cuando terminó la reunión, muchos judíos y extranjeros que habían aceptado la religión judía acompañaron a Pablo y a Bernabé. Ellos, por su parte, los animaron a seguir confiando en el inmerecido amor de Dios.


Así nos lo ha mandado el Señor: »“Te he puesto como luz para las naciones, para que lleves mi salvación hasta el último rincón de la tierra”».


Pues bien, Dios pasó por alto aquellos tiempos de tal ignorancia. Sin embargo, ahora manda que todos, en todas partes, se arrepientan.


Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo. Lo que me importa es terminar la tarea que me dio el Señor Jesús. Quiero cumplir mi misión: anunciar el mensaje de la buena noticia del inmerecido amor de Dios.


Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron el mensaje? ¡Claro que sí! «Por toda la tierra se escuchó su voz, ¡su mensaje llega hasta el último rincón del mundo!».


Pero el pecado de Adán no puede compararse con el regalo que Dios nos ha dado. Por la desobediencia de un solo hombre, murieron muchos. Sin embargo, por medio de un solo hombre, Jesucristo, Dios nos dio un regalo que no merecíamos. ¡Un regalo para el bien de todos!


También por medio de la fe en él, Jesucristo nos acerca al amor de Dios. Y ese amor es firme. Así que nos gozamos, porque tenemos la esperanza de compartir la gloria de Dios.


Nosotros, ayudantes de Dios, les rogamos que sepan apreciar su inmerecido amor.


No rechazo el amor inmerecido que Dios me tiene. Si Dios nos aceptara como justos por obedecer la Ley, entonces la muerte de Cristo no habría servido de nada».


que nos dio vida por medio de Cristo. Aun cuando estábamos muertos para Dios por causa de nuestros pecados, él nos dio vida. ¡No merecíamos este amor por el cual somos salvados!


No merecíamos el amor que nos ha salvado por medio de la fe en Cristo. No es algo que nosotros hubiéramos logrado hacer; ¡es un regalo de Dios!


Esto lo hizo para que ustedes sigan confiando firmes en Cristo, sin dudar ni un momento. Para que no dejen de creer en la seguridad que les da el mensaje de la buena noticia. Este es el mensaje que ustedes oyeron y que ha sido anunciado en toda la creación debajo del cielo. Y yo, Pablo, he llegado a ser predicador de ese mensaje.


que han recibido. Esta buena noticia se está anunciando en todo el mundo y muchos la están aceptando. Así sucedió también con ustedes desde el día en que escucharon del amor inmerecido de Dios y lo aceptaron como verdad.


Dios nuestro Padre nos amó mucho y, aunque no merecemos ese amor, nos consuela eternamente y nos da la seguridad de nuestra salvación. A él y a nuestro Señor Jesucristo les pido


Pero el amor de nuestro Señor fue grande. No merezco ese amor, pero él me dio la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.


pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.


Dios nos ha mostrado ese amor enviando a nuestro Salvador Cristo Jesús. Él venció a la muerte y nos mostró con su luz la vida eterna que tenemos al aceptar el mensaje de la buena noticia.


Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por medio de mí se anunciara el mensaje y lo oyeran todos los que no creen en Dios. El Señor me salvó, como quien es librado de la boca de un león.


Asegúrense de que nadie deje de alcanzar el amor inmerecido de Dios. No causen dificultades a nadie, no sean como una raíz amarga que envenena a muchos.


Pero lo que sí vemos es que Jesús, quien fue hecho un poco inferior a los ángeles, ha sido coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte. Así, por el amor inmerecido de Dios, la muerte que él sufrió resulta en beneficio de todos, aunque no lo merecemos.