Entonces Herodes y sus soldados, con desprecio y burlas, le pusieron un manto lujoso y lo mandaron de vuelta a Pilato.
Santiago 2:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Si atienden bien al que lleva ropa elegante y le dicen: «Siéntese usted aquí, en este lugar cómodo»; pero al pobre le dicen: «Quédate ahí de pie» o «siéntate en el suelo, a mis pies»; Más versionesBiblia Reina Valera 1960 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; Biblia Nueva Traducción Viviente Si ustedes le dan un trato preferencial a la persona rica y le dan un buen asiento, pero al pobre le dicen: «Tú puedes quedarte de pie allá o bien sentarte en el piso», ¿acaso Biblia Católica (Latinoamericana) y ustedes se deshacen en atenciones con el hombre bien vestido y le dicen: 'Tome este asiento, que es muy bueno', mientras que al pobre le dicen: 'Quédate de pie', o bien: 'Siéntate en el suelo a mis pies'. La Biblia Textual 3a Edicion y miras con agrado al que trae ropa espléndida, y° dices: Siéntate tú aquí confortablemente,° y dices al pobre: Quédate tú allí de pie, o: siéntate aquí debajo de mi escabel;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si atendéis al que lleva el vestido elegante y le decís: 'Tú siéntate aquí, en lugar preferente', y al pobre le decís: 'Tú quédate allí de pie, o siéntate aquí, en el suelo', Biblia Reina Valera Gómez (2023) y miráis con agrado al que trae ropa fina, y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y dijeres al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; |
Entonces Herodes y sus soldados, con desprecio y burlas, le pusieron un manto lujoso y lo mandaron de vuelta a Pilato.
Ya conocen el gran amor que les tiene nuestro Señor Jesucristo. No lo merecían, pero él, aunque era rico, se hizo pobre para ayudarlos. Lo hizo para que, por medio de su pobreza, ustedes llegaran a ser ricos.
Imagínense a un hombre con un anillo de oro y ropa elegante, y a un pobre con ropa vieja y sucia. Supongamos que ambos entran al lugar donde ustedes se reúnen.
¡Pero ustedes han humillado al pobre! Ya olvidaron que son los ricos quienes los maltratan a ustedes y los llevan ante los tribunales.
Estos individuos no hacen nada más que criticar y quejarse por todo. Se dejan controlar por sus malos deseos. Hablan con orgullo y les dicen cosas bonitas a los demás para aprovecharse de ellos.