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Mateo 9:8 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Al ver esto, toda la gente se llenó de temor y dio gloria a Dios por haber dado tal autoridad a las personas.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Al ver esto, el temor se apoderó de la multitud y alabaron a Dios por darles semejante autoridad a los seres humanos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

La gente, al ver esto, quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado tal poder a los hombres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Al ver esto, las multitudes tuvieron temor° y glorificaron a Dios, porque había dado tal autoridad a los hombres.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al ver esto, la multitud quedó sobrecogida de temor y glorificaron a Dios por haber dado tal poder a los hombres.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero cuando las multitudes vieron esto, se maravillaron y glorificaron a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.

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Otras versiones



Mateo 9:8
22 Referencias Cruzadas  

Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.


La gente se asombraba al ver a los mudos hablar, a los lisiados recobrar la salud, a los cojos andar y a los ciegos ver. Y alababan al Dios de Israel.


Después de nuevas amenazas, los dejaron irse. Por causa de la gente, no hallaban manera de castigarlos. Todos alababan a Dios por lo que había sucedido.


El capitán romano, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo: ―¡Verdaderamente este hombre era justo!


Uno de ellos, al verse ya sano, regresó alabando a Dios a grandes voces.


Y el hombre se levantó, tomó su camilla en seguida y salió caminando a la vista de todos. Ellos se quedaron asombrados y comenzaron a alabar a Dios. ―Jamás habíamos visto cosa igual —decían.


Y daban la gloria a Dios por lo que él había hecho en mí.


Mi Padre recibe la gloria cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.


Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios.


Al oír esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo: ―¡Así que también a los no judíos Dios les ha dado oportunidad de arrepentirse y tener vida eterna!


Al oírlo, alabaron a Dios. Luego le dijeron a Pablo: «Amigo, ya viste cuántos miles de judíos han creído. Y todos ellos siguen obedeciendo a la Ley.


La gente estaba sumamente asombrada y decía: «Todo lo hace bien. Hasta hace oír a los sordos y hablar a los mudos».


Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: ―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.


Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será este el Hijo de David?».


Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben a su Padre que está en los cielos.


Y el hombre se levantó y se fue a su casa.


Los pastores regresaron dando gloria y alabando a Dios por lo que habían visto y oído. Todo sucedió tal como se les había dicho.


¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?


Al instante recobró la vista. Entonces, dando la gloria a Dios, comenzó a seguir a Jesús. Y todos los que lo vieron alababan a Dios.


En efecto, al recibir esta demostración de servicio, ellos alabarán a Dios. Pues, luego de aceptar la buena noticia de Cristo, ustedes han demostrado obediencia al dar de manera generosa para ellos y para todos.


Mantengan una conducta ejemplar entre los que no creen en Dios. Así, cuando los acusen de hacer el mal, ellos verán todo lo bueno que ustedes hacen y alabarán a Dios el día que él venga a juzgar a todos.