Jesús les contestó: ―¿Acaso pueden estar tristes los invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les quitará el novio; entonces sí ayunarán.
Mateo 9:16 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva, porque la nueva se encogerá y la rotura se hará peor. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. Biblia Nueva Traducción Viviente »Además, ¿a quién se le ocurriría remendar una prenda vieja con tela nueva? Pues el remiendo nuevo encogería y se desprendería de la tela vieja, lo cual dejaría una rotura aún mayor que la anterior. Biblia Católica (Latinoamericana) Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva, porque el pedazo nuevo tiraría del vestido y la rotura se haría mayor. La Biblia Textual 3a Edicion Nadie pone un remiendo de paño nuevo sobre un vestido viejo, pues tal remiendo tira del vestido, y se hace una rotura peor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Nadie echa en un vestido viejo un remiendo de paño sin cardar, porque este añadido tiraría del vestido y el desgarrón se haría mayor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura. |
Jesús les contestó: ―¿Acaso pueden estar tristes los invitados del novio mientras él está con ellos? Llegará el día en que se les quitará el novio; entonces sí ayunarán.
Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejos. De hacerlo así, se reventará el cuero, se derramará el vino y los recipientes se arruinarán. Más bien, el vino nuevo se echa en recipientes nuevos, y así ambos se conservan.
Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva. De hacerlo así, la tela nueva se encogerá y la rotura se hará peor.
Les contó esta parábola: ―Nadie quita un pedazo de tela de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. De hacerlo así, la tela nueva se encogerá y romperá el vestido nuevo. Además, el pedazo nuevo no hará juego con el vestido viejo.
»Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por ahora no podrían soportar.
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la mejor de ellas es el amor.
Esta manera de servir a los demás no solo suple las necesidades de los creyentes, también hace que ellos den muchísimas gracias a Dios.