Él le respondió: ―No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.
Mateo 7:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) »No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. Biblia Nueva Traducción Viviente »No desperdicien lo que es santo en gente que no es santa. ¡No arrojen sus perlas a los cerdos! Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y los atacarán. Biblia Católica (Latinoamericana) No den lo que es santo a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues podrían pisotearlas y después se volverían contra ustedes para destrozarlos. La Biblia Textual 3a Edicion No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los cerdos,° no sea que las pisoteen con sus patas y se vuelvan y os despedacen. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas y luego se revuelvan y os despedacen a mordiscos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No deis lo santo a los perros; ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. |
Él le respondió: ―No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.
En aquel tiempo muchos dejarán de creer en mí. Unos a otros se traicionarán y se odiarán.
¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo. Entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.
Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro. En mis viajes enfrenté peligros de ríos y peligros de bandidos. Enfrenté peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los no judíos, peligros en la ciudad, en el campo y en el mar. También enfrenté peligros de parte de falsos hermanos en la fe.
Cuídense de esa gente despreciable y malvada, porque lo que quieren es que ustedes se circunciden.
¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha despreciado al Hijo de Dios? ¿Qué castigo recibirá el que ha rechazado la sangre de Cristo? Pues esa sangre es la del pacto por medio del cual había sido elegido por Dios. Quien así actúa ha insultado al Espíritu de Dios, quien nos ama, aunque no lo merezcamos.
En su caso se demuestra la verdad de estos proverbios: «El perro vuelve a su vómito», y «el cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo».
Pero afuera se quedarán los malvados, los que practican la brujería, los que tienen relaciones sexuales prohibidas; los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.