La Biblia Online

Anuncios


Toda la Biblia A.T. N.T.




Mateo 6:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.

Ver Capítulo
Mostrar Biblia Interlineal

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Ver Capítulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.

Ver Capítulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.

Ver Capítulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento interior, cierra con llave tu puerta° y ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Ver Capítulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero tú, cuando hagas tu oración, entra en tu aposento y, cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te dará la recompensa.

Ver Capítulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.

Ver Capítulo
Otras versiones



Mateo 6:6
17 Referencias Cruzadas  

Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo,


para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando. Solo lo debe ver tu Padre que está en lo secreto. Entonces, tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


para que tu ayuda sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.


―¿De dónde me conoces? —le preguntó Natanael. Jesús le respondió: ―Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas debajo de la higuera, ya te había visto.


Jesús le dijo: ―No me detengas, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”.


Cornelio contestó: ―Hace tres días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando. De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante


Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la parte alta de la casa a orar. Era casi el mediodía,


Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.


Los que viven controlados por el pecado solo piensan en satisfacer sus malos deseos. En cambio, los que viven controlados por el Espíritu solo piensan en satisfacer los deseos del Espíritu.


Por esta razón me arrodillo delante del Padre,