Pero, al oírlo los fariseos, dijeron: «Este no echa fuera a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios».
Mateo 3:7 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les dijo: «¡Nido de víboras! ¿Quién les dijo que huyeran del castigo que se acerca? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían a mirarlo bautizar, los enfrentó. «¡Camada de víboras! —exclamó—. ¿Quién les advirtió que huyeran de la ira que se acerca? Biblia Católica (Latinoamericana) Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos habían venido donde él bautizaba, y les dijo: 'Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se les viene encima?' La Biblia Textual 3a Edicion Pero al ver que muchos fariseos y saduceos venían a su bautismo, les dijo: ¡Generación de víboras!° ¿Quién os enseñó a huir de la inminente ira venidera? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero al ver que venían a bautizarse muchos fariseos y saduceos, les dijo: 'Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir del inminente castigo? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero cuando vio que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les dijo: Generación de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que vendrá? |
Pero, al oírlo los fariseos, dijeron: «Este no echa fuera a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios».
Nido de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca.
Entonces se le acercaron los discípulos y le dijeron: ―¿Sabes que los fariseos se ofendieron al oír eso?
Los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús y, para ponerle una trampa, le pidieron que les mostrara una señal del cielo.
―Tengan cuidado —les dijo Jesús—; eviten la levadura de los fariseos y de los saduceos.
Entonces salieron los fariseos y tramaron cómo tenderle a Jesús una trampa con sus mismas palabras.
Ese mismo día los saduceos, que decían que no hay resurrección, se le acercaron y le plantearon un problema:
Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos.
»¡Serpientes! ¡Nido de víboras! ¿Cómo escaparán ustedes de la condenación del infierno?
Por tanto, les digo a ustedes que no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su conducta sea mejor que la de los fariseos y de los maestros de la Ley.
Luego enviaron a Jesús algunos de los fariseos y de los herodianos para tenderle una trampa, esperando que dijera algo malo.
Entonces los saduceos, que dicen que no hay resurrección, fueron a verlo y le plantearon un problema:
―Tengan cuidado —les dijo Jesús—; ¡ojo con la levadura de los fariseos y con la de Herodes!
Los fariseos oían todo y se burlaban de Jesús, porque les encantaba el dinero.
El fariseo, puesto en pie y a solas, oraba: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres. No soy como los ladrones, los malhechores y los adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos.
Pero los fariseos y los expertos en la Ley no quisieron ser bautizados por Juan. Rechazaron así el propósito que Dios tenía para ellos.
Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos quieren cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino. Nunca dice la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
Algunos fariseos que estaban con él, al oírlo hablar así, le preguntaron: ―¿Qué? ¿Acaso también nosotros somos ciegos?
Entonces algunos creyentes que pertenecían al grupo de los fariseos se pusieron de pie y dijeron: ―Es necesario circuncidar a los no judíos y exigirles que obedezcan la Ley de Moisés.
Así que estén alerta. Recuerden que día y noche, durante tres años, no he dejado de aconsejar con lágrimas a cada uno en particular.
Ellos me conocen desde hace mucho tiempo. Así que pueden decir aquí, si quieren, que viví como fariseo. Los fariseos son el grupo más estricto de nuestra religión.
El sumo sacerdote y todos sus seguidores, que pertenecían al grupo de los saduceos, se llenaron de envidia.
Desde el cielo, Dios nos hace ver que está muy enojado con la gente por su mala conducta y falta de justicia. Con maldad ocultan la verdad de quién es Dios.
Hemos sido declarados justos por su muerte. Entonces, gracias a Cristo, ¡con mucha más razón seremos salvados del castigo de Dios!
Nos contaron que ahora esperan que Jesús regrese del cielo. Dios fue quien resucitó a su Hijo, y su Hijo nos libra del castigo que vendrá sobre los pecadores.
Por la fe Noé recibió la advertencia de Dios sobre cosas que aún no se veían. Por eso, obedeció y construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe el resto del mundo fue castigado y él fue declarado justo, pues le creyó a Dios.
Es imposible que Dios mienta, y por eso la promesa y el juramento son dos realidades que no cambian. Eso nos anima fuertemente a seguir buscando la protección de Dios y a seguir confiando en la promesa que él nos ha dado.
En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.