y lo puso en una tumba nueva de su propiedad que había cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra grande a la entrada de la tumba, y se fue.
Mateo 27:66 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Así que ellos fueron, cerraron la tumba con una piedra y la sellaron; y dejaron puesta la guardia. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces ellos sellaron la tumba y pusieron guardias para que la protegieran. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos, pues, fueron al sepulcro y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba la entrada y pusieron guardia. La Biblia Textual 3a Edicion Y ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra en compañía de la guardia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ellos fueron y, después de sellar la piedra, pusieron el sepulcro bajo la custodia de la guardia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, y poniendo guardia. |
y lo puso en una tumba nueva de su propiedad que había cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra grande a la entrada de la tumba, y se fue.
―Llévense una guardia de soldados —les ordenó Pilato— y vayan a asegurar la tumba lo mejor que puedan.
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de los guardias entraron en la ciudad e informaron a los jefes de los sacerdotes de todo lo que había sucedido.
Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose a la tumba, quitó la piedra y se sentó sobre ella.
Pues la piedra era muy grande. Pero, al fijarse bien, se dieron cuenta de que estaba corrida.
El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue a la tumba. Al llegar, vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada.
A pesar de todo, lo que hemos creído tiene un sólido fundamento, el cual Dios ha puesto y se mantiene firme. Es como si nuestra vida fuera un edificio cuyos cimientos tienen una inscripción que dice: «El Señor conoce a los suyos», y esta otra: «Que se aparte de la maldad todo el que dice creer en el Señor».
Lo arrojó al abismo y lo encerró. Luego tapó la salida para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después será liberado por un poco de tiempo.