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Mateo 26:61 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

que declararon: ―Este hombre dijo: “Puedo destruir el Templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y declararon: «Este hombre dijo: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

que declararon: 'Este hombre dijo: Yo soy capaz de destruir el Templo de Dios y de reconstruirlo en tres días.

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La Biblia Textual 3a Edicion

que dijeron: Éste dijo: Puedo derribar el santuario de Dios, y reconstruir° en tres días.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que declararon: 'Éste ha dicho: 'Yo puedo destruir el templo de Dios, y en tres días reconstruirlo''.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

que dijeron: Éste dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.

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Otras versiones



Mateo 26:61
22 Referencias Cruzadas  

Pero, al oírlo los fariseos, dijeron: «Este no echa fuera a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios».


Poniéndose en pie, el sumo sacerdote le dijo a Jesús: ―¿No vas a responder? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra?


Luego salió a la puerta, donde otra criada lo vio y dijo a los que estaban allí: ―Este estaba con Jesús de Nazaret.


―Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo reconstruyes, ¡sálvate a ti mismo! Si eres el Hijo de Dios, ¡baja de la cruz!


Entonces Judas arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó.


―Nosotros le oímos decir: “Destruiré este Templo hecho por hombres y en tres días construiré otro, no hecho por hombres”.


Los que pasaban movían la cabeza y lanzaban ofensas contra él: ―¡Oye! Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo reconstruyes,


Y comenzaron la acusación con estas palabras: ―Hemos descubierto a este hombre causando alboroto en nuestra nación. Se opone al pago de impuestos al césar y afirma que él es el Cristo, un rey.


Y sabemos que a Moisés le habló Dios; pero de este no sabemos ni de dónde salió.


Algunos filósofos epicúreos y estoicos se pusieron a conversar con él. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?». Otros comentaban: «Parece que es predicador de dioses extranjeros». Decían esto porque Pablo les anunciaba la buena noticia de Jesús y de la resurrección.


―Este hombre —dijeron ellos— anda convenciendo a la gente de adorar a Dios de una manera que va en contra de nuestra ley.


La gente estuvo escuchando a Pablo hasta que pronunció esas palabras. Entonces levantaron la voz y gritaron: «¡Mátalo! ¡Ese hombre no merece vivir!».