Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio, y una criada se le acercó. ―Tú también estabas con Jesús de Galilea —le dijo.
Mateo 26:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Se reunieron entonces los jefes de los sacerdotes y los líderes del pueblo en el palacio de Caifás, el sumo sacerdote, Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, Biblia Nueva Traducción Viviente En ese mismo momento, los principales sacerdotes y los ancianos estaban reunidos en la residencia de Caifás, el sumo sacerdote, Biblia Católica (Latinoamericana) Por entonces, los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás, La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los principales sacerdotes° y los ancianos del pueblo se reunieron en el atrio del sumo sacerdote, llamado Caifás, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se reunieron entonces los pontífices y los ancianos del pueblo en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos del pueblo, se reunieron en el palacio del sumo sacerdote llamado Caifás, |
Mientras tanto, Pedro estaba sentado afuera, en el patio, y una criada se le acercó. ―Tú también estabas con Jesús de Galilea —le dijo.
Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al palacio y reunieron a toda la tropa alrededor de él.
Pero Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote. Allí se sentó con los guardias y se calentaba junto al fuego.
Mientras Pedro estaba abajo en el patio, pasó una de las criadas del sumo sacerdote.
Los soldados llevaron a Jesús al interior del palacio (es decir, al pretorio) y reunieron a toda la tropa.
Pero luego, cuando encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro se les unió.
En ese mismo tiempo, Anás y Caifás fueron los sumos sacerdotes. Fue por ese entonces que Dios le habló a Juan hijo de Zacarías, en el desierto.
Por su parte, los jefes de los sacerdotes y los fariseos habían dado la orden de que, si alguien sabía dónde estaba Jesús, debía denunciarlo para arrestarlo.
Luego los judíos llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Como ya amanecía, los judíos no entraron en el palacio, pues de hacerlo se contaminarían ritualmente y no podrían comer la Pascua.