Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber?
Mateo 25:36 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Necesité ropa, y me vistieron. Estuve enfermo, y me atendieron. Estuve en la cárcel, y me visitaron”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Biblia Nueva Traducción Viviente Estuve desnudo, y me dieron ropa. Estuve enfermo, y me cuidaron. Estuve en prisión, y me visitaron”. Biblia Católica (Latinoamericana) Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver. La Biblia Textual 3a Edicion desnudo, y me cubristeis; estuve enfermo y me visitasteis; estaba en prisión y vinisteis a mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 estaba desnudo y me vestisteis; caí enfermo y me visitasteis; estaba en la cárcel y fuisteis a verme'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. |
Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber?
Fui extranjero, y no me dieron alojamiento. Necesité ropa, y no me vistieron. Estuve enfermo y en la cárcel, y no me atendieron”.
―El que tiene dos camisas debe compartir con el que no tiene ninguna —les contestó Juan—, y el que tiene comida debe hacer lo mismo.
Con mi ejemplo les he mostrado que es necesario trabajar duro para ayudar a los necesitados. Recuerden las palabras del Señor Jesús: “Hay más gozo en dar que en recibir”».
También sintieron compasión de los que estaban en la cárcel. Y, cuando a ustedes les quitaron sus bienes, lo aceptaron con alegría, seguros de que tenían una riqueza mejor y más permanente.
Acuérdense de los presos, como si ustedes fueran sus compañeros de cárcel. También acuérdense de los que son maltratados, como si fueran ustedes mismos los que sufren.
La religión pura y sin defecto delante de Dios el Padre es esta: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus dificultades. Y, además, no dejarse dominar por la maldad del mundo.