»El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre, al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.
Mateo 24:10 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) En aquel tiempo muchos dejarán de creer en mí. Unos a otros se traicionarán y se odiarán. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Biblia Nueva Traducción Viviente Muchos se apartarán de mí, se traicionarán unos a otros y se odiarán. Biblia Católica (Latinoamericana) En esos días muchos tropezarán y caerán; de repente se odiarán y se traicionarán unos a otros. La Biblia Textual 3a Edicion Y muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Muchos fallarán, se traicionarán unos a otros y se odiarán mutuamente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entonces muchos se escandalizarán; y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. |
»El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre, al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.
Pero, como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella.
Y se sentían ofendidos a causa de él. Pero Jesús les dijo: ―En todas partes se honra a un profeta, menos en su tierra y en su propia casa.
»El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre, al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y harán que los maten.
Pero, como no tienen raíz, duran poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se apartan de ella.
Ustedes serán traicionados aun por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y a algunos de ustedes se les dará muerte.
Ya sabes que todos los de la provincia de Asia me han abandonado, incluso Figelo y Hermógenes.
pues Demas me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Se fue porque ama las cosas de este mundo. Crescente se ha ido a Galacia y Tito, a Dalmacia.
En mi primera defensa ante las autoridades de Roma, nadie me respaldó, sino que todos me abandonaron. Espero que Dios no los castigue por eso.