Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ―¿Quién es este? —preguntaban.
Mateo 21:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ―¡Hosanna al Hijo de David! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Hosanna en las alturas! Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús estaba en el centro de la procesión, y toda la gente que lo rodeaba gritaba: «¡Alaben a Dios por el Hijo de David! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Alaben a Dios en el cielo más alto!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y el gentío que iba delante de Jesús, así como los que le seguían, empezaron a gritar: '¡Hosanna al hijo de David! ¡Bendito sea el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo más alto de los cielos!' La Biblia Textual 3a Edicion Y las multitudes que iban delante y detrás de Él, gritaban: ¡Hosanna° al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 La gente que iba delante y detrás, gritaba diciendo: '¡ Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡ Hosanna en las alturas!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y las multitudes que iban delante y los que iban detrás aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! |
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ―¿Quién es este? —preguntaban.
Pero, cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley vieron que hacía cosas maravillosas y que los niños gritaban en el Templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se molestaron.
Y les aviso que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”».
Al irse Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritándole: ―¡Ten compasión de nosotros, Hijo de David!
Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada. Y les aviso que ya no volverán a verme hasta que digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”».
«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».