Mateo 21:25 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) El bautismo de Juan, ¿era divino o humano? Ellos se pusieron a discutir entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? Biblia Nueva Traducción Viviente La autoridad de Juan para bautizar, ¿provenía del cielo o era meramente humana? Ellos discutieron el asunto unos con otros: «Si decimos que provenía del cielo, nos preguntará por qué no le creímos a Juan; Biblia Católica (Latinoamericana) Háblenme del bautismo que daba Juan: este asunto ¿de dónde venía: de Dios o de los hombres?'
Ellos reflexionaron: 'Si decimos que este asunto venía de Dios, él nos replicará: Pues ¿por qué no le creyeron?' La Biblia Textual 3a Edicion El bautismo de Juan, ¿de dónde° era? ¿del cielo, o de hombres? (Ellos entonces razonaban entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? Biblia Serafín de Ausejo 1975 El bautismo de Juan, ¿de dónde era: del cielo o de los hombres?'. Pero ellos deliberaban entre sí diciendo: 'Si respondemos del cielo, nos dirá: '¿Por qué, pues, no creísteis en él?' Biblia Reina Valera Gómez (2023) El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces hablaban entre sí, diciendo: Si dijéremos del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? |
Él les respondió: ―Yo también voy a hacerles una pregunta. Si me la contestan, les diré con qué autoridad hago esto.
Pero, si decimos: “humano”…, tememos al pueblo, porque todos consideran que Juan era un profeta».
Pero ellos se quedaron callados. Entonces tomó al hombre, lo sanó y lo despidió.
Ellos, pues, lo discutieron entre sí: «Si respondemos: “divino”, nos dirá: “¿Por qué no le creyeron?”.
Juan dio testimonio de él y a voz en cuello proclamó: «Este es aquel de quien yo decía: “El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo”».
El que cree en él no es condenado. Pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Pero, aun si nuestra conciencia nos hiciera sentir culpables de algo, debemos recordar que Dios es más grande que nuestros sentimientos y lo sabe todo.