y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: «Lo llamarán Nazareno».
Mateo 21:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. Biblia Nueva Traducción Viviente Y las multitudes contestaban: «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea». Biblia Católica (Latinoamericana) Y la muchedumbre respondía: '¡Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea!' La Biblia Textual 3a Edicion Y las multitudes decían: Éste es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y la gente respondía: 'Éste es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la multitud decía: Éste es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea. |
y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: «Lo llamarán Nazareno».
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ―¿Quién es este? —preguntaban.
Pero, si decimos: “humano”…, tememos al pueblo, porque todos consideran que Juan era un profeta».
Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente, porque esta lo consideraba un profeta.
Otros decían: «Es Elías». Otros, en fin, afirmaban: «Es un profeta, como los de antes».
Pero tengo que seguir adelante hoy, mañana y pasado mañana, porque no puede ser que muera un profeta fuera de Jerusalén.
―¿Qué es lo que ha pasado? —les preguntó. Ellos respondieron: ―Lo de Jesús de Nazaret. Era un profeta, poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo.
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. ―Hay entre nosotros un gran profeta —decían—. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.
Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí: «Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la que lo está tocando. Sabría qué clase de mujer es: una pecadora».
―¿Quién eres entonces? —le preguntaron—. ¿Acaso eres Elías? ―No lo soy. ―¿Eres el profeta? ―No lo soy.
y le preguntaron: ―Pues, si no eres el Cristo ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?
Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo».
Al oír sus palabras, algunos de entre la gente decían: «Verdaderamente este es el profeta».
Por eso interrogaron de nuevo al ciego: ―¿Y qué opinas tú de él? Fue a ti a quien te abrió los ojos. ―Yo digo que es profeta —contestó.
»Este Moisés les dijo a los israelitas: “Dios hará surgir para ustedes, de entre nuestro pueblo, a un profeta como yo”.