El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba embarazada por obra del Espíritu Santo.
Mateo 2:11 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Biblia Nueva Traducción Viviente Entraron en la casa y vieron al niño con su madre, María, y se inclinaron y lo adoraron. Luego abrieron sus cofres de tesoro y le dieron regalos de oro, incienso y mirra. Biblia Católica (Latinoamericana) Al entrar en la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. La Biblia Textual 3a Edicion y entrando en la casa, vieron al niño con su madre Miriam,° y postrándose lo adoraron; luego abrieron sus tesoros y le ofrecieron como presentes oro, incienso y mirra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entrando en la casa, vieron al niño con María, su madre y, postrados en tierra, lo adoraron. Abrieron luego sus cofres y le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. |
El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba embarazada por obra del Espíritu Santo.
Mientras Jesús le hablaba a la gente, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera y deseaban hablar con él.
Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: ―Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.
―¿Dónde está el recién nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al niño que estaba acostado en el pesebre.
Llegando en ese mismo momento, Ana dio gracias a Dios. Y comenzó a hablar del niño a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén.
También Nicodemo llegó con unos treinta y cuatro kilos de una mezcla de mirra y áloe. Este hombre es el que antes había visitado a Jesús de noche.
Entonces me arrodillé a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un servidor como tú y como los creyentes que se mantienen fieles al mensaje de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El mensaje de Jesús se comparte con otros por medio del poder del Espíritu».
Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro líderes se arrodillaron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso. Estas representan las oraciones de los creyentes.