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Mateo 17:9 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Mientras bajaban de la montaña, Jesús les encargó: ―No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del hombre se levante de entre los muertos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Mientras descendían de la montaña, Jesús les ordenó: «No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del Hombre se haya levantado de los muertos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: 'No hablen a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y mientras ellos descendían del monte, Jesús les encargó, diciendo: A nadie digáis la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado° de los muertos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mientras iban bajando del monte, les mandó Jesús: 'No contéis a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.

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Otras versiones



Mateo 17:9
16 Referencias Cruzadas  

pero les ordenó que no dijeran quién era él.


Pero les digo que Elías ya vino, y no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron. De la misma manera va a sufrir el Hijo del hombre a manos de ellos.


―Por la poca fe que tienen —les respondió—. Les aseguro que, si tuvieran fe tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.


Estando reunidos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de sus enemigos.


Lo matarán, pero al tercer día resucitará». Y los discípulos se entristecieron mucho.


Cuando alzaron la vista, no vieron a nadie más que a Jesús.


―Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos —le respondió Jesús—. Pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza.


―Mira, no se lo digas a nadie —le dijo Jesús—. Solo ve, preséntate al sacerdote y lleva la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio.


Jesús les ordenó que no hablaran a nadie acerca de él.


Los padres se quedaron asombrados, pero él les dijo que no contaran a nadie lo que había sucedido.


Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Los discípulos guardaron esto en secreto, y por algún tiempo a nadie contaron nada de lo que habían visto.