Luego les dijo: ―Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que dicen las Escrituras acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.
Mateo 17:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) En esto, se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús. Más versionesBiblia Reina Valera 1960 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Biblia Nueva Traducción Viviente De repente, aparecieron Moisés y Elías y comenzaron a conversar con Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) En seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús. La Biblia Textual 3a Edicion Y he aquí, se les aparecieron° Moisés y Elías hablando con Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquel momento se les aparecieron Moisés y Elías, que conversaban con él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Él. |
Luego les dijo: ―Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que dicen las Escrituras acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.
Entonces les explicó todo lo que se decía de él en las Escrituras. Comenzó por el libro de Moisés y continuó en el libro de los Profetas.
»Las enseñanzas de la Ley y de los Profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncia la buena noticia del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
Mientras estos se apartaban de Jesús, Pedro, sin saber lo que estaba diciendo, propuso: ―Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Podemos levantar tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías. Hará que los padres se reconcilien con los hijos y guiará a los desobedientes para que sigan el ejemplo sabio de los obedientes. De este modo preparará al pueblo para recibir al Señor.
La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
Allí cambió su apariencia en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz.
Pedro le dijo a Jesús: ―Señor, ¡qué bueno que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.