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Mateo 16:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Y por la mañana, dicen que habrá tempestad porque el cielo está nublado y amenazante. Ustedes saben interpretar la apariencia del cielo, pero no las señales de los tiempos.

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Biblia Reina Valera 1960

Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

si el cielo está rojo por la mañana, habrá mal clima todo el día”. Saben interpretar las señales del clima en los cielos, pero no saben interpretar las señales de los tiempos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Y por la mañana: Con este cielo rojo obscuro, hoy habrá tormenta. Ustedes, pues, conocen e interpretan los aspectos del cielo, ¿y no tienen capacidad para las señales de los tiempos?

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La Biblia Textual 3a Edicion

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y por la mañana: 'Hoy habrá tormenta', porque el cielo está de un rojizo sombrío. ¿Conque sabéis interpretar el aspecto del cielo y no podéis interpretar las señales de los tiempos?]

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y por la mañana: Hoy habrá tempestad, porque el cielo tiene arreboles y está nublado. ¡Hipócritas! que sabéis discernir la faz del cielo; ¿Mas las señales de los tiempos no podéis?

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Otras versiones



Mateo 16:3
11 Referencias Cruzadas  

Los ciegos ven, los cojos andan y los que tienen lepra son sanados. Los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.


¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó acerca de ustedes:


Conociendo sus malas intenciones, Jesús respondió: ―¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas?


»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas! Les cierran a los demás el reino de los cielos, y ni entran ustedes ni dejan entrar a los que intentan hacerlo.


Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y sanando toda enfermedad y dolor entre la gente.


¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo. Entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano.


»¡Ay de ustedes!, que son como tumbas escondidas, sobre las que anda la gente sin darse cuenta».


¡Hipócritas! Ustedes saben interpretar la apariencia de la tierra y del cielo. ¿Cómo es que no saben interpretar el tiempo actual?


―¡Hipócritas! —le contestó el Señor—. ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro en sábado, y lo saca del establo para llevarlo a tomar agua?


En cambio, las verdades profundas del mensaje son como el alimento sólido que toman los adultos. Es decir, para los que acostumbran usar su inteligencia para distinguir entre lo bueno y lo malo.