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Mateo 15:1 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Se acercaron a Jesús algunos fariseos y maestros de la Ley que habían llegado de Jerusalén y le preguntaron:

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

Entonces se acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En ese momento, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa llegaron desde Jerusalén para ver a Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Unos fariseos y maestros de la Ley habían venido de Jerusalén. Se acercaron a Jesús

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas de Jerusalem, diciendo:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces se acercan a Jesús algunos fariseos y escribas de Jerusalén y le preguntan:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces vinieron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:

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Otras versiones



Mateo 15:1
11 Referencias Cruzadas  

«Los maestros de la Ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés.


Por tanto, les digo a ustedes que no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su conducta sea mejor que la de los fariseos y de los maestros de la Ley.


Los maestros de la Ley que habían llegado de Jerusalén decían: «¡Está controlado por Beelzebú! Echa fuera a los demonios por medio del príncipe de los demonios».


Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la Ley. Habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea y también de Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar a los enfermos.


Los maestros de la Ley y los fariseos comenzaron a pensar: «¿Quién es este que ofende a Dios? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?».


Pero los fariseos y los maestros de la Ley, que eran de un mismo grupo, criticaban a los discípulos de Jesús: ―¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y con pecadores?


Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.


Se produjo entonces un gran alboroto. Algunos de los maestros de la Ley que eran fariseos se pusieron de pie y dijeron: «Este hombre no ha hecho nada malo. Es probable que un espíritu o un ángel le haya hablado».


Cuando este entró, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon. Presentaron contra él muchas acusaciones graves, pero no las podían probar.