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Mateo 11:6 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Dichoso el que, viendo lo que hago, no deja de seguirme.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—Y agregó—: Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Y dichoso aquél para quien yo no sea motivo de escándalo!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

y bienaventurado es todo el que no se escandalice en mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

y bienaventurado aquel que en mí no encuentre ocasión de tropiezo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.

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Otras versiones



Mateo 11:6
26 Referencias Cruzadas  

Pero, como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella.


»¡Ay del mundo por las invitaciones al pecado! Esas invitaciones son inevitables, pero ¡ay de quienes las ocasionan!


En aquel tiempo muchos dejarán de creer en mí. Unos a otros se traicionarán y se odiarán.


―Esta misma noche —les dijo Jesús— todos ustedes me abandonarán, porque las Escrituras dicen: »“Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño”.


Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea echado al infierno.


¿No es acaso el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se sentían ofendidos a causa de él.


Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel. Va a crear mucha oposición,


Dichoso el que, viendo lo que hago, no deja de seguirme.


»Todo esto les he dicho para que no se debilite su fe.


Desde entonces muchos de sus discípulos le volvieron la espalda y ya no andaban con él.


El que no tiene el Espíritu no acepta lo que el Espíritu de Dios revela, pues le parece una locura. No puede entenderlo, porque solo los que tienen el Espíritu lo entienden.


Hermanos en la fe, si fuera verdad que yo todavía enseño que la circuncisión es necesaria, mis enemigos dejarían de molestarme. Si eso fuera lo que yo predico, el mensaje de la muerte de Cristo en la cruz no los ofendería tanto.


Y también: «una piedra que hace tropezar y una roca que hace caer». Es decir, esa gente no aceptará el mensaje de Cristo, y por eso serán castigados. Así lo decidió Dios desde antes.