De él hablan las Escrituras, diciendo: »“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino”.
Mateo 11:3 - Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento) ―¿Eres tú el que estábamos esperando o debemos esperar a otro? Más versionesBiblia Reina Valera 1960 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro? Biblia Católica (Latinoamericana) a preguntarle: '¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?' La Biblia Textual 3a Edicion ¿Eres tú el que ha de venir o esperaremos a otro? Biblia Serafín de Ausejo 1975 para preguntarle; '¿Eres tú el que tiene que venir o hemos de esperar a otro?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) diciéndole: ¿Eres tú Aquél que había de venir, o esperaremos a otro? |
De él hablan las Escrituras, diciendo: »“Yo estoy por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino”.
Jesús les respondió: ―Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo:
«Digan a la hija de Sion: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga”».
Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ―¡Hosanna al Hijo de David! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Hosanna en las alturas!
Tanto los que iban delante como los que iban detrás gritaban: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
y gritaban: ―¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ―¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!
Marta le dijo: ―Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo.
Entonces tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo, gritando a voz en cuello: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Bendito el Rey de Israel!
Él me dará la gloria porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.
Jesús le contestó: ―Créeme, mujer, que se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adorarán ustedes al Padre.
Al ver la señal que Jesús había realizado, la gente comenzó a decir: «En verdad este es el profeta, el que ha de venir al mundo».
Sin embargo, muchos creyeron en él, y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales milagrosas que este hombre?».